Hecoensayo 1: "12 pautas de consumo consciente anticrisis regional y global"
Hecoensayo 2: "Carta de un consumidor consciente a las élites del mundo"
Hecoensayo 3: "La entrevista de las cuatro preguntas"
Hecoensayo 4: "Tocar con la imaginación" (artículo publicado en la revista valencia sostenible y creativa)
Hecoensayo 5: "El consumo colaborativo como medida de sostenibilidad ante los límites planetarios"
Hecoensayo 6: "El Poder del Consumo Consciente"
Hecoensayo 7: "Por qué tanto énfasis en el Consumo Responsable/Consciente"
Hecoensayo 8: "Consumo
de carne"
Hecoensayo 9: "Nuestros
móviles, ordenadores y gadgets. Consecuencias socioambientales"
Hecoensayo 10: "Alternativas
al consumo de recursos mineros. ¿nuevo o de segunda mano?"
Hecoensayo 11: "Productos
sin explotación"
Hecoensayo 12: "Exterior
versus interior"
Hecoensayo 13: "Del
consumo responsable al consumo consciente"
Hecoensayo 14: "Qué
empresa elegir. Cuánto gastar"
Hecoensayo 15: "Las
muchas herramientas de transformación social"
Hecoensayo 16: "Los
creativos culturales. El antes al consumo consciente"
Hecoensayo 17: "El
amor también cuenta en nuestro rol de consumidores"
Hecoensayo 18: "Empresas
grandes o empresas pequeñas"
Hecoensayo 19: "¿Si no
es perfecto es un engaño?"
Hecoensayo 20: "Relaciones.
Nuestro consumo y el mundo"
Hecoensayo 21: "Siento,
luego interacciono. Consumiendo conscientemente"
Hecoensayo 22: "¿Qué
es más criticable? ¿La crítica misma o el objeto de la crítica?"
Hecoensayo 23: "Cantidad. Poniendo límites a Extremistán"
Hecoensayo 24: "Unidad. Un ensayo a propósito de
los pueblos indígenas de la sierra de santa marta. Qué podemos aprender de
ellos"
Hecoensayo 25: "Cómo se fragua y qué es la
ciudadanía global"
Hecoensayo 26: "De una egonomía a una
economía"
Hecoensayo 27: "Hacia un
antropobioecocentrismo"
Hecoensayo 28: "¿Podría la agricultura ecológica
alimentar a toda la humanidad?"
Hecoensayo 29: "Capital"
Hecoensayo 30: "Paisajes rutinarios. Lo que
propician unos. Lo que propician otros"
Hecoensayo 31: "Hacia una nueva economía
coherente con los límites planetarios"
Hecoensayo 32: "El gesto del consumo
consciente"
Hecoensayo 33: "Pueblos indígenas"
Hecoensayo 34: "Meticulosidad"
Hecoensayo 35: "Minería. Invirtiendo la posición
de las cosas"
Hecoensayo 36: "Agricultura ecológica. Una
experiencia en familia"
Hecoensayo 37: "Pollos"
Hecoensayo 38: "Pragmatismo. La excusa para lo
inexcusable"
Hecoensayo
39: "Reciprocidad. La respuesta coherente a nuestro acostumbrado bienestar
material"Hecoensayo 40: "Paradigmas contrapuestos. De la agricultura industrial a la agroecología"
Hecoensayo 41: "Discurso presentación de la exposición en la UPV Mapas para la Ecotransición"
Hecoensayo 42: "The Ethical Consumption"
Hecoensayo 43: "Change the world eating less meat"
Hecoensayo 44: "Barato. El precio de la era de la información"
Hecoensayo 45: "Save the Earth"
Hecoensayo 46: "Hacia una civilización ecosocial"
Hecoensayo 47: "¿Podríamos alimentar a todos los habitantes del planeta con una producción ecológica? ¿Cuán más cara es realmente en España?
Hecoensayo 48: "¿Puede el consumo cambiar el mundo?"
Hecoensayo 49: "La trastienda del consumo. El consumo mismo" (artículo publicado en samaruc digital)
Hecoensayo 50: "¿Son más caros los productos ecológicos y de comercio justo?" (artículo publicado en samaruc digital)
HECOENSAYO 4: "TOCAR CON LA IMAGINACIÓN"
(artículo publicado en la revista Valencia sostenible y creativa)
HECOENSAYO 6: "EL PODER DEL CONSUMO CONSCIENTE"
“Detrás de lo que compras se encuentra el mundo.”
Cuánto mayor poder adquisitivo tenemos, mayor poder tenemos como actores consumidores.
No somos mejores ni peores por tener más o menos dinero para gastar.
Pero el hecho es que cuánto más dinero manejamos más posibilidades tenemos de redirigir en una u otra dirección el diseño del mundo global.
Y cuánto menos dinero tenemos más posibilidades se nos abren de desarrollar nuestra creatividad y capacidad de crear lazos sociales más maduros, para satisfacer nuestras necesidades en nuestro mundo más próximo.
El poder del consumo consciente abarca múltiples direcciones tanto en sus planteamientos como en sus opciones.
HECOENSAYO 7: "POR QUÉ TANTO ÉNFASIS EN EL CONSUMO RESPONSABLE-CONSCIENTE"
Alguna vez me han dicho que por qué pongo tanto acento en las injusticias socio-económicas, con todas las que hay en el mundo. La respuesta es directa. El lazo con la realidad que me permite “responsabilizarme” y por tanto empoderarme para influir es inmediato a través del consumo. El resto de injusticias merecen ser luchadas pero el acceso a esa lucha no es inmediato. A lo sumo me puedo sumar a unas cuántas causas. Y así lo hago, pero no me puedo sumar a todas. Sin embargo cuando consumo, que es algo inevitable y que hago todos los días, estoy propiciando o permitiendo que ocurran una gran paleta de injusticias o hermosas justicias. Mi consumo me enlaza con el planeta entero.Analicemos solamente las empresas que se necesitan para fabricar una lavadora, entre proveedores, transformadores y distribuidores. Simplemente por consumir ya estoy participando y en un abanico mucho más amplio que otras injusticias que sí quedan más lejanas y fuera de mi alcance. Yo no puedo evitar directamente que exista una dictadura en alguna parte del mundo pero sí puedo boicotear los productos que proceden de tal país. Aún así soy el primero que participa en las campañas de Avaaz, Change, Actuable, Survival o Greenpeace. El cambio no se limita al Consumo responsable pero el Consumo responsable tiene un poder de influencia inevitablemente impactante.
HECOENSAYO 8: "CONSUMO DE CARNE"
Según la ONU, dedicar tan sólo un 15% del cereal, que se dedica para fabricar piensos para animales, a consumo humano, permitiría erradicar el hambre en el mundo. (El 75% del cereal que se cultiva en el mundo se exporta de países del tercer mundo al primer mundo).
En EEUU los purines suponen 130 veces mayor cantidad que las “cacas” que emiten los habitantes de ese país, cada año.
La mayor parte de soja que se cultiva en el mundo se dedica para piensos para animales, mientras se van desforestando y robando tierras a los pueblos indígenas y campesino de países del sur.
La cuestión de la carne ya no es una cuestión sólo de respeto a los animales sintientes que nos comemos sino una cuestión de injusticias sociales y medioambientales.
A modo de ejemplo personal, puedo añadir que yo hace 12 años que no compro carne ni pescado. Me he hecho repetidas veces análisis de sangre y no tengo carencia de nutrientes. Al respecto existen infinidad de libros que hablan sobre un vegetarianismo creíble, que además reporta grandes dosis de salud. No obstante, para no resultar, violento (valga la redundancia) con tomar 3 veces carne a la semana es suficiente para obtener lo que necesitamos de ésta.
El consumo de carne, hoy en día se convierte, no ya en un motivo de culpabilizar a nadie, sino en un poderoso interruptor para cambiar el mundo, sin moverte de tú ciudad. Simplemente decidiendo con consciencia la cantidad de carne que vamos a comprar cada semana.
HECOENSAYO 9: "NUESTROS MÓVILES, ORDENADORES Y GADGETS: COLTÁN, UNA DE LAS BASES DE LA INDUSTRIA ELECTRÓNICA, SUS CONSECUENCIAS AMBIENTALES"
Es de mencionar la notoria alternativa que ha surgido recientemente, el primer móvil de comercio justo del mundo el Fair phone. Parecía imposible, pero las cosas están cambiando.
Sin embargo todavía quedan muchas áreas de la tecnología donde la explotación laboral y medioambiental siguen imparables. Mientras van apareciendo nuevas opciones más ecosociales, una buena opción es lo que cuenta el siguiente ensayo.
HECOENSAYO 10: "ALTERNATIVAS AL CONSUMO DE RECURSOS MINEROS. ¿NUEVO O DE SEGUNDA MANO?"
Gran dilema cuando no encuentras electrodomésticos o aparatos electrónicos con etiquetados que nos garanticen que las condiciones de trabajo de las personas implicadas en su fabricación han sido dignas y con salarios también dignos.Una de las opciones que se me ocurrió hace tiempo y reforzada por la revista catalana paradigmática en Consumo Responsable, “Opcions” (la cual recomiendo como la mejor revista de este país en el tema),.. una de las opciones es el acercarnos a tiendas de segunda mano de la ciudad más próxima a nuestra localidad que las tenga, así como ponerte en contacto con tus amigos y conocidos y expresar tu necesidad.
Y yendo más allá, otra opción no es sólo el exponer tu necesidad abiertamente, alentando la donación del objeto, a aquellos que ya no lo usen, sino organizar técnicamente el tipo de intercambio llamado trueque o banco del tiempo. En Valencia están surgiendo muchos bancos del tiempo y plataformas de trueque, que en la medida que crezcan se pueden convertir en un gran escaparate de adquisición de objetos revalorados social y medioambientalmente.
HECOENSAYO 11: "PRODUCTOS SIN EXPLOTACIÓN"
Ellas me planteaban que si dejábamos de comprar productos fabricados con explotación humana estaríamos privando de puestos de trabajo a personas del sur y condenándolas a la miseria.
La cuestión es que yo les planteaba que las opciones se encontraban en el comercio justo, en las alternativas de productos que buscáramos fabricados en mejores condiciones, como los trabajadores de los países del norte y en el consumo de productos locales (de menor costo medioambiental ante la reducción de desplazamientos).
No obstante existe otra vía, que ensancha el concepto de consumo y es la que practica Setem con La Campaña Ropa Limpia o actuable.es. Y consiste en presionar sistemáticamente a las empresas responsables, insistiéndoles y exigiéndoles la mejora de las condiciones laborales y salariales de sus trabajadores/as del sur. Esta es una opción que suma al consumo la reivindicación, otro tipo de acciones que implican algo más que el acto de consumir. Una opción ante aquellos tipos de productos para los que difícilmente encontráramos sustitutos sería el acompañamiento de nuestra compra con una carta personal expresando nuestras reivindicaciones o sumarnos a campañas organizadas por ONGs, como la mencionada.
Esta opción puede resultar un poco incómoda por el esfuerzo añadido de escribir la carta. Pero no es tanta molestia, si optamos por un consumo escrupuloso y comedido que no implique demasiadas cartas, sino sólo las necesarias. Es una opción, a mi parecer, honesta y justa. Una opción que nos recuerda el valor sagrado del consumo. Pues detrás del consumo siempre queda la huella ecológica y social, ya de por sí trascendental.
HECOENSAYO 12: "EXTERIOR VERSUS INTERIOR"
Qué fácil es detectar al “enemigo” fuera de nosotros. Es cómodo, es ¿excitante? ¡Qué malos son los demás y que pobrecito yo!
Qué fácil es explayarse en tertulias políticas, en conversar hasta altas horas de la madrugada “arreglando el mundo”.
Qué fácil es dualizar el mundo y convertirlo en un ellos y en un nosotros. ¡Así de fácil!
¿¡La guerra está anunciada!?
Y yo me pregunto. ¿Cuántos de los que menos tienen, si hubiesen tenido las mismas oportunidad que los de arriba, estarían haciendo lo mismo?
No es cuestión de ideologías o de poder, de malos o buenos. Es cuestión de “Consciencia”.
La consciencia es el terreno donde cada uno de nosotros somos dueños de nosotros mismos. Y nunca tiene que ver con “el otro”, con “la gente”, con lo que hacen “los demás”. Tiene que ver con lo que somos capaces de hacer cada uno, con nuestra capacidad de darlo todo y Amar en cada uno de nuestros instantes de vida. Y no hay más guerra contra nuestra consciencia que la guerra que sostenemos cada uno contra nosotros mismos por mejorar cada día, limar nuestras debilidades y expandir nuestra grandeza. Nuestro reto reside en el interior. No hay más pecado ni delincuencia en una acción deshonrosa de gran escala que en una de pequeña escala, porque la consciencia es la misma, aunque las consecuencias sean escalarmente diferentes. Si no somos capaces de llevar las riendas de nuestra consciencia en lo pequeño, en los pequeños actos de cada día, si la disciplina de la honestidad flaquea por momentos. ¿Qué les estamos pidiendo a los de “arriba”?
“Cambia tú y cambiará el mundo”.
Y al final resultará que el “enemigo” era una forma de pensar y no un grupo de personas, a las que condenar. El sueño de dominación de unos pocos se habrá disuelto con la misma sutileza que pasamos del dormir al abrir los ojos.
1. Consumo Consciente;
HECOENSAYO 13: "DEL CONSUMO RESPONSABLE AL CONSUMO CONSCIENTE"
Pero la nueva denominación “consumo consciente” no tiene límites pues los asume, desde el principio, como parte de la acción. Es un término que reconcilia nuestro legítimo bienestar individual con el bien común. Por eso se llama consciente, porque es consciente de hasta donde se puede llegar.
Y la gran noticia es que ese “hasta” hoy es lo suficientemente grande como para creer que realmente está siendo efectivo, tanto para el bien común como para el bienestar individual. Si no fuera así, no existiría ni el comercio justo, ni la agricultura ecológica, ni la bio-construcción, ni los proyectos de reinserción y desarrollo social, ni las nuevas industrias ecológicas, ni el transporte sostenible, ni las energías renovables, ni la banca ética, ni los productos reciclados, ni la producción local, ni las cooperativas integrales, ni los préstamos entre particulares, ni el consumo colaborativo, ni el compartir organizado. Simplemente, no existirían.
Entonces ¿cómo puede alguien seguir dudando que sea útil el consumo consciente? ¿Qué pasa? ¿Qué si no se hace extensible al 100% de las realidades de éste planeta ya tiene que apodarse como una utopía o una idea de cuatro locos antisistema? ¿No es suficiente el que ya estén existiendo tantas alter-realidades, que las podamos disfrutar, que estén creciendo y que podamos escogerlas frente a las masivas y destructivas de la vida? ¿No es suficientemente la satisfacción personal de optar por opciones amorosas y éticas a la hora de relacionarnos con el planeta entero? ¿Todavía necesitamos más resultados para empezar a creérnoslo y a unirnos a participar en el gran cambio, cada uno en la medida de sus posibilidades de tiempo, dinero, psicología y espacio?
Yo, personalmente…prefiero decidir, no que decidan por mí. Y aunque algunos piensen que es contracorriente, creedme que los que forman la contracorriente ya son una gran corriente, cuya identidad son muchas identidades.
El consumidor consciente tiene el mapa del mundo, conoce sus fronteras y actúa tratando de barrer con su consciencia el máximo terreno posible a través de su consumo dirigido.
Sabe que no puede llegar a todos los rincones pero sí a los suficientes y de manera creciente, lo que lo empodera en cuánto a su relación con el mundo y consecuente co-creación.
HECOENSAYO 14: "QUÉ EMPRESA ELEGIR. CUÁNTO GASTAR"
Como vemos, es cuestión de criterios, de explorar nuevas opciones, de ampliar lo conocido y la costumbre a lo nuevo, que tanto nos puede reportar y tantas personas nuevas traer a nuestra vida.
HECOENSAYO 15: "LAS MUCHAS HERRAMIENTAS DE TRANSFORMACIÓN SOCIAL"
¿Cuántas son las veces que observamos ante
los noticiarios, de manera impasible, las tristes noticias que azotan nuestro
mundo? ¿Y cuántas son las veces que me habrán dicho que mando noticias
escabrosas del mundo? Existe una gran diferencia, cuando comparto información
dura, la acompaño de la posibilidad de gestionarla de manera proactiva,
empoderada y solidaria. La información que me gusta dar es información que nos
acerque más al mundo de manera “activa” y no “pasiva”, información que nos
conecte más con la realidad, y sirva para sacarnos de nuestro hipnotismo
acomodado.
Si nuestras personas queridas
claman nuestro amor, el planeta entero y sus seres, también. Algunos místicos
lo llamaron Amor Incondicional, Christian Ferber, economía del Bien Común,
otros, paz mundial.En un mundo ya globalizado, nuestra consciencia ya no se conforma con nuestra rutina. Nuestra consciencia quiere transcender, sentirse parte de un todo.
Y esto no es poesía, ni metafísica, esto ya es una realidad posible.
El Consumo Consciente es una herramienta de transformación social, pero no la única. Existen muchas más que lo complementan. El Ciberactivismo, es una de ellas: La posibilidad de unir nuestra firma a causas de presión social dirigidas a personas responsables de otras vidas.
HECOENSAYO 16: "LOS CREATIVOS CULTURALES. EL ANTES AL CONSUMO CONSCIENTE"
Lista de las cualidades individuales propias de la definición de Creativo Cultural.- Búsqueda de la autenticidad. Piensan por sí mismos.
- Unen acción con aprendizaje
- Practican el idealismo y el activismo. Valoran la ecología y la empatía con las necesidades sociales del mundo, la paz y la justicia. Son proactivos y positivistas, frente al pesimismo alienante y existencial.
- Mayoría femenina.
- Desencantados del materialismo, la obsesión por el status y la doble moral. Valoran más la cultura, la sencillez y relaciones humanas auténticas y plenas.
- Reunen lo mejor de la “izquierda” y la “derecha”.
- Muchas veces, sienten que no encajan en su entorno.
- Poseen una consciencia amplia de lo que sucede.
- Valoran el cuidar el bienestar emocional, las relaciones, el propio cuerpo.
- Prefieren el diálogo a los debates encarnizados del ego.
- Asumen sus propias responsabilidades.
- Visión holística. La ciencia y la espiritualidad se pueden dar la mano.
- Destilan la esencia de la religión: la espiritualidad y procuran aplicar la sabiduría derivada de esta para avanzar la felicidad.
- Entienden el mundo como una actitud de cambio.
- LOHAS, Bioneers, Consumo Responsable, tiene cabida en este concepto.
- Visión amplia del mundo que trasciende el “mero día a día”.
- A veces se creen solos. Sólo les falta saber que hay más como ellos y unirse para pasar a la acción.
HECOENSAYO 17: "EL AMOR TAMBIÉN CUENTA EN NUESTRO ROL DE CONSUMIDORES"
Tenemos como muy asumido e inamovible que tenemos todo el derecho moral a obtener la máxima satisfacción y servicio de los productos que compramos por el mínimo precio. Resulta extraño que este planteamiento “egoísta” en nuestro rol de consumidores no lo apliquemos en otros contextos afectivos, pero si lo hayamos normalizado en nuestra rutina diaria del comprar. ¿Por qué no nos planteamos que la búsqueda de bienestar en el prójimo también sea extrapolable al bienestar del lejano? ¿Por qué cuesta tanto entender que el amor no sólo se puede practicar en nuestros círculos afectivos próximos sino en cualquier círculo con el que interaccionemos? Cuando regateamos al mejor precio, en el fondo le estamos pidiendo a los productores que trabajen por el mínimo salario para nosotros. Cosa que jamás desearíamos para nosotros mismos en nuestros puestos de trabajo. Igual merece la pena repasar nuestras estructuras de coherencias y volver al viejo pensamiento de “ponte en el lugar del otro”.Nos resulta fácil opinar y tertuliar sobre el estado del mundo pero resulta más difícil tener la valentía de construir nuestros discursos sobre el “y yo … ¿Qué estoy haciendo?”.
“La economía tampoco debería quedar ajena a la espiritualidad”.
HECOENSAYO 18: "EMPRESAS GRANDES O EMPRESAS PEQUEÑAS"
HECOENSAYO 19: "¿SI NO ES PERFECTO ES UN ENGAÑO?"
A veces oigo decir que si la banca ética se mezcla con alguna empresa relacionada con otra no tan ética, que si los productos ecológicos también se trasportan consumiendo combustibles fósiles o que si el comercio justo también es parte del mismo sistema de libre mercado.También oigo decir que no merece la pena movernos porque los de arriba siempre estarán al acecho con su poder y ganando. Incluso que todas las parcelas de mundo más justas y ecológicas logradas son como si no existieran porque son una minoría.
Y yo digo que no existe nada perfecto. Ni el mundo ni la cosas de este mundo. Y que sí por querer buscar lo perfecto como alternativa acabamos descalificando a aquellos que tratan de hacerlo mejor, ni avanzamos en el camino de cambiar el mundo ni tampoco nos esforzamos individualmente para que así sea.
Da la sensación que buscar la crítica feroz contra aquellos que mejor lo hacen, buscándoles el defecto y defectillo, no es más que una manera de justificar nuestro status quo:
“Cómo no puede ser perfecto, paso de hacer nada. Mira esos, hasta nos engañan porque dicen que hacen una cosa y luego hacen otra. Es imposible cambiar”.
(Resulta muy cómodo pensar así para una posición privilegiada. Todo sea dicho)
Y resulta curioso que precisamente si busquemos el defectillo a quienes mejor lo hacen y no precisamente a quienes peor lo hacen.
Cada paso, cada acción, cada pensamiento creativo, riguroso y proactivo, cada nueva empresa de fondo ético premeditado, cada asociación que lucha por los derechos humanos, animales o medioambientales, está haciendo evolucionar al mundo. Eso no significa que sean los reyes de lo perfecto, sino simplemente los actores del mejorar.
Quien quiera un mundo “perfecto” que se vaya a un parque temático de atracciones y fantasía.
Pero aquel que entienda que transitar por un mundo mejor es trabajar para hacerlo realidad que escoja.
Entre quienes peor lo hacen y quienes mejor lo hacen.
Pero cuidado. No hay malos ni hay buenos.
Sólo hay mejorar. La firme convicción de mejorar, mejorando lo mejorado.
También oí alguna vez que quién era yo para hablar de lo que es mejor.
No creo que lo sepa.
Pero sospecho que la paz es mejor que la guerra. Que respetar la vida es mejor que destruirla. Que un bosque reluciente es mejor que un bosque quemado.
¿Y cómo saber que es mejor cuando las opciones no son tan distantes?
Humildad, criterios y la mejor combinación hasta donde llegue nuestro saber y entender.
Mientras seguimos siendo parte de este loco sistema, a la vez somos los soñadores que siempre tienen un nuevo paso para que este sistema sea un poco menos loco hoy y un poco más triunfal mañana.
Y así, pasamos la vida, renovándonos, día a día, mes a mes, haciendo de este mundo un lugar cada vez mejor. Aunque el mundo parezca estar cayéndose.
Por eso, incluso en medio de la guerra hay compasión, en medio del fatigoso trabajo compañerismo y en medio de la rutina otro beso.
Hay dos caminos.
El camino de aquellos que se conforman, que se resignan a la inercia.
Y el camino de aquellos que conviviendo con las imperfecciones de este mundo siempre tienen una nueva palabra, pensamiento y acción para seguir caminando con la mirada puesta siempre hacia delante.
Es la hora de ser capaces de rescatar las ideas y el sentido común de todos los sitios, en vez de seguir atrincherándonos en nuestras identidades, que no son más que el vestido particular de la mente de cada uno.
HECOENSAYO 20: "RELACIONES. NUESTRO CONSUMO Y EL MUNDO"
Nuestras relaciones van más allá del mero contacto con la personas que tenemos delante.Todo es relación.
Cualquier conducta o pensamiento acaba inevitablemente interfiriendo con algo, con otros seres o con cada uno de nosotros. Es el caso del consumo.
Podemos afirmar que con cada acto y elección en nuestro consumo diario estamos contactando con una gran estela de acontecimientos planetarios.
Lo que ingerimos, lo que vestimos, con lo que nos cobijamos, entretenemos o transportamos es una llamada a una particular cadena de acontecimientos. Es el último eslabón de una particular historia económica, el último eslabón que se convierte en el primero, pues sin él no se justificarían no sostendrían el resto.
Cuando tomamos energía del entorno, cuando consumimos, nos estamos poniendo en relación con todo lo que hace posible que es forma de energía llegue a nosotros. Digamos, que en la era de la globalización, consumir es no sólo una forma de relacionarnos, sino de relacionarnos con el planeta entero.
Consumir es no sólo satisfacer nuestras necesidades, sino también es relacionarse.
A través de nuestro consumo nos podemos relacionar con paisajes limpios, animales felices y personas realizadas, trabajando y conviviendo en paz.
O también, a través de nuestro consumo, nos podemos relacionar con parajes destruidos y contaminados, animales torturados y sacrificados prematuramente y sin pudor o personas arrastrando vidas de semi esclavitud, destierro o miseria.
Relacionarnos exclusivamente con lo primero es utópico.
Relacionarnos exclusivamente con lo último, a través de una indiferencia consentida es perverso.
Relacionarnos con un poco de cada cosa es el comienzo del cambio.
Y aumentar progresiva y premeditadamente lo primero convirtiendo en una minoría cada vez más reducida lo último es brillante, transcendental y nos dignifica a todos, tanto a los sujetos receptores como a los actores co-creadores, los consumidores.
En nuestras manos está optar por un diseño u otro. Las quejas no sirven de nada. La valentía de mucho.
¿Y tú?
¿Cómo prefieres relacionarte?
¿Por qué modo de vida te decantas?
HECOENSAYO 21: "SIENTO, LUEGO INTERACCIONO. CONSUMIENDO CONSCIENTEMENTE"
HECOENSAYO 22: "¿QUÉ ES MÁS CRITICABLE? ¿LA CRÍTICA MISMA O EL OBJETO DE LA CRÍTICA?"
HECOENSAYO 25: "CÓMO SE FRAGUA Y QUÉ ES LA CIUDADANÍA GLOBAL"
HECOENSAYO 26: "DE UNA EGONOMÍA A UNA ECONOMÍA"
Conclusiones a propósito de clases magistrales de Luis González Reyes.
HECOENSAYO 27: "HACIA UN ANTROPOBIOECOCENTRISMO"
HECOENSAYO 28: "¿PODRÍA LA AGRICULTURA ECOLÓGICA ALIMENTAR A TODA LA HUMANIDAD?"
HECOENSAYO 29: "CAPITAL"
"Sólo después de que el último árbol haya sido cortado.
Sólo después de que el último río haya sido envenenado.
Sólo después de que el último pez haya sido pescado.
Sólo entonces descubrirás que el dinero no se puede comer."
HECOENSAYO 30: "PAISAJES RUTINARIOS. LO QUE PROPICIAN UNOS. LO QUE PROPICIAN OTROS"
HECOENSAYO 31: "HACIA UNA NUEVA ECONOMÍA COHERENTE CON LOS LÍMITES PLANETARIOS"
Una economía que hasta ahora se basaba en el consumo de productos materiales de nueva factoría es la que está llevando al agotamiento de los recursos mundiales. Se calcula no más de medio siglo para las reservas de petróleo “económico”. Las arenas asfálticas no son el mejor relevo. Y para la gran mayoría de minerales, tenemos para un siglo, décadas arriba, décadas abajo. Así como la deforestación que avanza a pasos alarmantes podría acabar con los pulmones primarios del mundo, biodiversidad y sumideros de valor incalculable.
HECOENSAYO 32: "EL GESTO DEL CONSUMO CONSCIENTE"
HECOENSAYO 33: "PUEBLOS INDÍGENAS"
Frente a más prospecciones petroleras, el transporte público y la bicicleta. Frente a madera tropical, maderas y papel FSC o reciclado. Frente a soja para piensos y pastos para animales, un consumo menor de carne o el veganismo. Frente a grandes presas inundando valles y centrales nucleares, menor consumo de energía, tanto en casa como escogiendo lo que compramos. La industria consume mucha energía. Frente a la industria minera que destruye y contamina, electrodomésticos, vehículos y objetos de segunda mano reparados o reciclados. Frente a maquilas que esclavizan económicamente a las personas, comercio justo y campañas de presión.
HECOENSAYO 34: "METICULOSIDAD"
HECOENSAYO 35: "MINERÍA. INVIRTIENDO LA POSICIÓN DE LAS COSAS"
HECOENSAYO 36: "AGRICULTURA ECOLÓGICA. UNA EXPERIENCIA EN FAMILIA"
HECOENSAYO 37: "POLLOS"
HECOENSAYO 38: "PRAGMATISMO. LA EXCUSA PARA LO INEXCUSABLE"
Entonces, pues en vez de andar, tomar la bici o el metro, enciendo otra vez mi coche. Y lo hago pragmáticamente.
Pues cojo y aprieto el botón pragmáticamente.
¿Entonces, qué? Pues me como pragmáticamente la carne. No lo hago con mala intención. ¿Eh?
Hace siglos esta pregunta no era necesaria. Actualmente sí.
¿Qué tipo de consecuencias globales tiene el Amar y cuidar de tu familia y amigos, mientras consumes conscientemente?
¿Y vivir con sencillez y austeridad?
¿Y cuidar lo que tenemos como si fuera lo más sagrado?
¿Y unirte a más personas en proyectos sociales?
¿Y el tener o crear un trabajo que respete la vida?
¿Y el disfrutar del arte, del aire y de la creatividad?
¿Y el andar en sandalias por el mundo?
¿Y el cantar y bailar?
HECOENSAYO 39: "RECIPROCIDAD. LA RESPUESTA COHERENTE A NUESTRO ACOSTUMBRADO BIENESTAR MATERIAL"
HECOENSAYO 40: "PARADIGMAS CONTRAPUESTOS. DE LA AGRICULTURA INDUSTRIAL A LA AGROECOLOGÍA"
Sin embargo, la agroecología contempla todas las variante, contempla el sustento de los hermanos que están más lejos y los que están cerca. En un mundo globalizado e interdependiente reincidir en sistemas holísticos que no dejen en la cuneta a nadie se hace urgente. Sistemas con capacidad de unificar, servir y funcionar de verdad, como la huerta valenciana, que ya en el año 1975, consideraba el botánico Cavanilles como el sistemas agroecológico más productivo del mundo con una organización social envidiable. En 1920 se llegó a comparar la productividad de este sistema con la industria catalana. "Bosque aparente" que dijera nuestro botánico.
La agroecología descubre el paisaje, el paisaje vivo donde todos tienen cabida, donde todo tiene cabida. Porque es precisamente en lo complejo donde se desnuda la riqueza. La riqueza de verdad, la que necesita un mundo, como el actual, tan diezmado por la simplicidad.
No puedo evitar dejar de recordar los pensamientos que trajo José Luís Porcuna al fin de semana que inspiró y del que se nutrió el presente ensayo: "El como gestionamos el placer crea un sistema productivo", "Un concepto de estética crea un comportamiento".
Finalmente estética y ética se unen.
La agroecología es eso. Estética y ética. La perdurable, la sostenible. La que funciona.
La de verdad.
HECOENSAYO 41: "DISCURSO PRESENTACIÓN DE LA EXPOSICIÓN EN LA UPV MAPAS PARA LA ECOTRANSICIÓN"
HECOENSAYO 42: "The Ethical Consumption"
Shopping is a common activity.
HECOENSAYO 44: "Barato. El precio de la era de la información"
Primeramente, la revolución industrial consiguió que el coste de fabricación de una unidad de producto se redujera mucho y que de esa manera hubiera un acceso de productos de consumo a multitudes de consumidores. Estas multitudes y los precios baratos hacían rentable el proceso. (¿Dónde queda aquella artesanía donde la mano toca la manufactura con placer? Por cierto y suspiro)
(Siempre fue así)
HECOENSAYO 46: "HACIA UNA CIVILIZACIÓN ECOSOCIAL"
1. La regulación administrativa a través de las leyes, los gobiernos y las instituciones.
2. El trabajo en colectivo. Asociaciones, redes sociales, ONGs, plataformas…
3. Y el Consumo Consciente Transformador. Al que yo añadiría un cuarto eje, como la cara complementaria, la oferta de empresas concienciadas, las empresas del bien común.
HECOENSAYO 47: "¿Podríamos alimentar a todos los habitantes del planeta con una producción ecológica? ¿Cuán más cara es realmente en España?"
HECOENSAYO 48: "¿PUEDE EL CONSUMO CAMBIAR EL MUNDO?"
Pero la gran cuestión no la situaría en los precios no caros
sino más justos. La centraría en los salarios que llegan a la población. Si
evidentemente estamos inmersos en un sistema capitalista, en el que, para se
cree un puesto de trabajo más, alguien desde arriba tiene que ganar mucho más
dinero, pues no salen las cuentas. Gente que se queda en el paro, en la calle,
y una minoría qué, en nombre del riesgo de su inversión, gana cantidades
millonarias.
Mientras las plusvalías se acumulen con tanta exageración
arriba estaremos condenados a salarios bajos y paro y a consumir productos
baratos con efectos sociales y medioambientales cuestionables.
Jason Hickel dice que podríamos disfrutar de una economía
estacionaria o decrecentista (sin necesidad de crecimiento) si se repartieran
las rentas más equitativamente, con mayor igualdad social. Ya hay suficiente
capital en el mundo para que todos pudiéramos disfrutar de rentas dignas. Y
recordemos que una economía sin crecimiento es una economía amable con el
medioambiente. Porque cuanto más crece una economía más recursos se expolian de
la naturaleza. Y este planeta sobreexplotado no aguanta más. Recursos minerales
como el oro, la plata y el cobre están en decadencia. En el año 2006 alcanzamos
la máxima producción de petróleo convencional y ya estamos en declive. ¿Cómo
organizaríamos una civilización con mínimos de petróleo, por ejemplo?
Con un mayor reparto del capital es posible que no
entrásemos en el dilema de que mi poder adquisitivo no me alcanza para pagar
productos eco-sociales.
Sin embargo, me gustaría dejar algo claro. Reivindicar y
apelar a la compra de ciertos productos eco-sociales más caros, como motor de
un consumo más consciente y sostenible, y por tanto la construcción de salarios
dignos, no es una llamada a todo el público. Sino a una clase media con margen
para esa compra. Precisamente los que menos podrían permitirse este tipo de
productos son los que necesitan ser ayudados por los que sí se lo pueden
permitir. Si aquellos que tuvieran suficiente margen de cambio, proactividad y
participación social aprovecharan al máximo su potencial, tal vez pudiéramos
redirigir el mercado hacia la construcción de puestos de trabajos más dignos,
que a su vez, servirían para seguir pagando productos de calidad. Y no nos
encontraríamos con una parte de la población en régimen de supervivencia.
Es sencillo de entender. ¿Te quejas que tu salario en la
fábrica de zapatos en la que trabajas no da para pagar productos eco-sociales?
Bueno. ¿Y si hubiera consumidores dispuestos a pagar un poco más por zapatos
eco-sociales y tu fueras uno de los trabajadores de ese tipo de zapatos? A lo
mejor sí que te llegaría tu jornal para pagar productos eco-sociales. Es como
la serpiente que se muerde la cola.
Henry Ford, cuando fundó su compañía de coches se planteó
que debía pagar buenos jornales a sus trabajadores. ¿Por qué? Porque así se
podrían permitir el comprar los mismos coches que fabricaban. ¡Vaya! Entonces…
Las cosas se pueden hacer de otra manera. Estamos discutiendo la gente
corriente qué si son más caros o no los productos eco-sociales, con nuestros
dilemas de compra, y resulta que alzando la vista como un pájaro y contemplando
el sistema desde arriba, el problema está en otro lado. No en los precios sino
en los injustos salarios. Pues, bien. Dejemos de culpabilizar a los precios y
empecemos a reivindicar justicia social. Porque si seguimos por el camino de exigir
precios baratos, como ha estado ocurriendo con los productos agrícolas durante
las últimas décadas, al final acabaremos en un mundo de miseria donde no
merecerá la pena ni trabajar. Recordemos a los agricultores de nuestro país que
estuvieron regalando las naranjas porque se las pagaban a precios absurdos.
El discurso del consumo consciente de los productos eco-sociales
más caros no va dirigido precisamente a quien queremos ayudar sino a quien más
puede ayudar. Que a su vez podrá ayudar a quien más necesita ser ayudado. Es un
discurso que hay que matizar. Su imposibilidad de ser universalizado no
convierte el consumo consciente en una moda de compradores y productos “pijos”
sino en una herramienta para que quien pueda ayudar más lo haga. Si podemos
construir una economía social desde ciertos sectores de consumidores será para
que el resto pueda beneficiarse. Hablamos de un consumo solidario de unos para
con otros. Y cuanto más aumente la demanda de estos productos más bajarán sus
precios.
Por esa razón, cuando en mis conferencias encuentro gente
del público que critica el consumo consciente porque no todo el mundo se lo
puede permitir, debería quedar claro que el consumo consciente, como acto
político, como arma de cambio social lo va a poder utilizar quien ostente una
mejor posición para ayudar. Quien no se lo puede permitir, precisamente es
quien debe recibir los beneficios del consumo consciente. El consumo consciente
está diseñado para ayudar a quien peor está, no para apelar a que quien peor
está se enrole.
¿Tendría sentido decirle que consumiera sosteniblemente a la
mujer explotada en Asia que queremos defender? Ella es precisamente la que
necesita recibir los beneficios del consumo consciente, no ejercerlo. Entonces.
Cada cual debe saber dónde se sitúa en este juego de roles.
No obstante, el consumo consciente tiene otra facción de
productos, servicios y hábitos que cuestan incluso menos dinero que los
convencionales y son absolutamente universalizables: los productos de segunda
mano, una dieta pobre en carne y rica en vegetales, la economía colaborativa,
la bicicleta como transporte, las relaciones personales como alternativa al
consumo de gadgets electrónicos o drogas como el tabaco, el turismo local, etc.
No nos agarremos solo a los productos más caros para rechazar la poderosa idea
de que el consumo puede cambiar el mundo.
Albert Vinyals, un psicólogo del consumo de la Universidad
de Barcelona hizo un estudio entre dos grupos de consumidores: los que iban a
supermercados convencionales y los que formaban parte de una cooperativa de
consumidores ecológicos. Curiosamente encontró personas con menor poder
adquisitivo entre los ecológicos. ¿Cómo podían permitirse pagar un poco más por
agricultura ecológica siendo personas con bajos salarios? Pues muy sencillo, no
eran personas consumistas. Todo lo que se ahorraban en viajes, tecnología, ropa
y cosas superfluas, lo dedicaban a una alimentación más sana para ellos y sus
hijos. Además de tirar mucho de lo que ya hemos mencionado: por ejemplo, ropa
de segunda mano y economías de intercambio y compartir.
Transmitir la importancia y peso del consumo consciente no
es algo que se pueda explicar en pocos minutos. Se necesita tiempo para
reflexionar ante todas las dudas que surgen.
Y como a mí me gusta decir: “Piensa global, actúa local, y
hazlo en la medida de tus posibilidades”.
Lo importante es no ceder al derrotismo, la depresión y el
pesimismo. Vinimos al mundo a hacerlo mejor de lo que es. No a conformarnos.
¿Qué otro sentido tendría la vida si no quisiéramos mejorarnos a nosotras mismas
y lo que nos rodea?
1.- Introducción a la energía en
el mundo actual. Motivación para profesorado y alumnado.
2.- ¿Qué podemos hacer en
nuestros centros docentes?
3.- ¿Nuestros actos se acaban en las paredes del centro o van más allá?
1.- Introducción a la energía en el mundo actual. Motivación para
profesorado y alumnado.
Necesitamos energía para vivir.
Las actividades económicas,
sociales y metabólicas de nuestros cuerpos dependen de la energía.
La humanidad consumía en 2015
cada segundo 17x1012 Watios. O lo que es lo mismo 17 Terawatios.
Cuando lo que realmente deberíamos consumir en un sentido igualitario a nivel
universal serían no más de 12 Terawatios.
Los seres humanos de las clases
más acomodadas pueden llegar a llevar tras de sí una mochila de entre 60 y 100
esclavos energéticos. Un esclavo energético equivale a una persona trabajando
24 horas todos los días, 365 días al año. Nuestro bienestar material está
cimentado en un consumo de energía, nunca antes conocido.
El 82% de la energía consumida
por la humanidad procedía de energía fósil. Y un 1/3 de la energía que se
produce a nivel mundial procede ya y solo del petróleo.
Somos dependientes del petróleo.
Él fue el responsable, en gran parte, de todos los avances tecnológicos,
bienestar alcanzado y crecimiento de la población.
Alrededor del 70% de la energía
que consume España procede del exterior. ¿Nos hemos parado a pensar sobre lo
frágil y vulnerable de nuestra situación?
¿Para cuánto petróleo tenemos,
entonces?
Según la Agencia Internacional de
la Energía, la producción de petróleo convencional a nivel mundial empezó a
declinar en el año 2006. Y la producción de la suma de todos los tipos de
petróleo ya está en descenso desde el año 2018.
Grandes petroleras se están
retirando del negocio porque cada vez les resulta más caro extraerlo, al quedar
los peores yacimientos. Hay científicos como Antonio Turiel y autores como Luis
González Reyes que dan a entender que en alrededor de 1 década nos encontraremos
una oferta muy inferior a la demanda. Esto dará lugar a oscilaciones de
precios. Los momentos de alza harán caer la demanda propiciando nuevas crisis
económicas. Los políticos lo saben, pero no ven soluciones fáciles ni cómo
comunicarlo a la población sin crear alarma social.
Ya se sabe, por tanto, que el
crecimiento del PIB va acoplado al consumo de energía. Sin energía no podemos
crecer.
Un inminente decrecimiento se nos
avecina.
Pero si decidimos adelantarnos y
poner de nuestra parte podría ser de manera ordenada.
Todavía hay una resistencia en
esta civilización a vivir con menos. El sistema económico imperante y el
imaginario popular solo ven un futuro con crecimiento perpetuo. Pero eso, en un
planeta finito, es una absoluta utopía. O distopía.
Tendremos que hacer la transición
hacia las energías renovables. Son obligatorias para pensar en términos de
sostenibilidad. Pero hay un pero.
No hay suficientes minerales en
el mundo para construir una red mundial de energías renovables y vehículos eléctricos
para sustituir el consumo de combustibles fósiles y así poder abastecer la
demanda de energía mundial actual. Y además, solo un 18% del consumo de energía
es eléctrico. Hay otros procesos de consumo energético basados en la combustión-calor
que funcionan con más eficiencia al quemar combustibles fósiles: altos hornos
del acero, fabricación de cementos, industria de la aviación, barcos mercantes,
maquinaria para minería…
Las energías renovables serán
necesarias, pero no suficientes.
Necesitamos unirlas con dos
conceptos muy importantes.
El primero es la ecoeficiencia. Que no es otra cosa que
ser capaces de dar el mismo servicio o utilidad del producto con un uso menor
de energía. Esto es fundamental. Sin embargo... Si animados por esta suerte
tecnológica nos dedicamos a crear un mayor número de engendros tecnológicos que
igualmente consumen energía, nos podríamos encontrar que el consumo de energía
en su cómputo global también habría aumentado. Es lo que pasa con los coches.
Cada día son más ecoeficientes, pero como cada día también aumenta su número,
tenemos mayor contaminación actualmente que respecto a los primeros utilitarios
de hace un siglo, que contaminaban más por unidad.
La ecoeficiencia será necesaria,
pero no suficiente. Por esa razón necesitamos echar mano del segundo y más
importante concepto.
Ante la imposibilidad de tener
suficientes fuentes de energías renovables para enfrentar el problema de la
escasez de petróleo y demasiados aparatos consumiendo esa energía, el destino
parece invitarnos a planteamientos, más viejos que la historia misma.
Solo desde lo social y lo
político podremos enfrentar este desafío.
¿Cuáles son estos planteamientos,
que se puedan resolver desde lo humano y cultural?
AHORRAR.
Ahorrar energía.
Se lleva mucho tiempo diciendo,
pero no nos lo tomamos lo suficientemente en serio.
Necesitamos ahorrar. Y hacerlo de
manera meticulosa y disciplinada. En el momento que estamos ya no vale poner
nuestra miguita. No vale solo con apagar las luces que no se usan. Hoy descubriremos
cuanto más se puede hacer, en nuestros centros docentes y más allá.
Tenemos que tener claro que para
cambiar un sistema necesitamos empezar por cambiar cada uno de nosotros como
individuos y hacérselo ver así al resto. Están en juego muchas cosas para
andarnos con tibiezas. Y más aún, todos los que ahora mismo estamos en esta
charla somos educadores y nos compete una responsabilidad especial en saber
transmitir estas urgencias de manera adecuada.
Lo primero de todo es tener claro
que para obtener un cambio colectivo necesitamos un convencimiento individual,
una actitud proactiva bien encarnada en cada uno de nosotros, entender que
necesito dar el primer paso yo, independientemente de lo que hagan los demás.
Solo ahí hay esperanza. Si justificamos nuestra inacción por exigir resultados
rápidos o por ampararnos en que el otro no hace nada, no habrá manera de salir
de este embrollo medioambiental.
Es importante transmitir a los
más jóvenes y los más mayores (ya que la huella ecológica (y energética) está
repartida entre todos) la comprensión de estas grandes interdependencias que
dan forma a la globalización.
El consumo de combustibles
fósiles, así como la energía nuclear (también dependiente de uranio no
renovable y que también está en decadencia), tienen un impacto en la
naturaleza. Se deforestan bosques, quemando grandes extensiones de árboles,
perdiendo valiosísimas especies de animales y obligando al desplazamiento de
poblaciones autóctonas. Se contamina el aire, dando lugar a un cambio climático
sin parangón.
Todavía hay gente que se
cuestiona la existencia del cambio climático debido a la actividad humana. Esto
es muy peligroso. Porque dudar sobre ello ralentiza las medidas que debiéramos
estar tomando ya.
¿Cómo se puede atacar el cambio
climático? Una vez más, ahorrando energía. Porque las emisiones de gases de
efecto invernadero tienen mucho que ver con el consumo de la energía procedente
de la quema de combustibles fósiles. La energía siempre está detrás de todo. Es
lo que nos permite construir orden, civilizaciones enteras y adaptarnos a la
naturaleza.
Desde el año 2003 hasta el año
2013 las multinacionales del carbón y el petróleo invertían 1000 millones de
dólares al año en negar la causa humana. Usaban agencias de comunicación,
organizaciones aparentemente populares, fundaciones…
Esa duda que acecha a muchos fue
diseñada.
Con tan solo observar el
acoplamiento de las curvas de crecimiento de las emisiones de CO2 y
el aumento de las temperaturas desde la era preindustrial es fácil entender que
la relación es evidente. Y lo que no da lugar a dudas es que el aumento de más
de un grado desde la era preindustrial está ahí. Los registros de los últimos
años, cada vez más calurosos, lo demuestran. Y que nadie se confunda. Las
últimas heladas invernales no desmienten el cambio climático, sino que
confirman los desajustes atmosféricos propios de este cambio.
¿Por qué es importante el cambio
climático? ¿Sólo para evitar que las poblaciones de osos polares palidezcan?
Eso es importante, pero también las millones de especies que también se verán
amenazadas por cambios en los océanos, sequías y fenómenos climáticos más
virulentos y numerosos como los huracanes y temporales. Y junto a esas especies
vamos nosotros detrás. Las olas de calor y de frío se harán tan intensas que se
perderán cosechas, disminuirá el caudal de muchos ríos. Esto afectará al
rendimiento de los cultivos y por tanto a la alimentación de una población humana
cada vez más creciente. Si a los países más acomodados nos sorprendía la
inmigración de los países del sur, los refugiados climáticos se contarán por
cientos de millones. Esto está a la vuelta de la esquina si no tomamos
consciencia todos. No podemos quedarnos esperando a que los políticos hagan los
deberes. Los ciudadanos debemos tomar la iniciativa.
Nuestra tecnología actual tiene
un impacto. Y es muy importante hacer ver esto al mayor número posible de
personas. Nuestros actos no quedan acotados en nuestro entorno inmediato, sino
que se prologan en largas cadenas de sucesos que ponen en jaque al planeta
entero. Tener esto claro nos dará suficiente coraje e interés para empezar a
ahorrar energía desde ya.
Necesitamos ahorrar energía por
muchos motivos.
Para prepararnos para el
inminente y gran descenso de la producción de crudo fósil, para no seguir
alimentando el calentamiento global, para no tener que deforestar más selvas,
para no contaminar más nuestras ciudades, etc. Es importante explicar a los más
jóvenes que esto de ahorrar energía no es una moda ecológica, sino que está en
juego nuestro planeta y supervivencia.
Detrás de un interruptor podrá
haber una central térmica quemando carbón y emitiendo gases de efecto
invernadero, detrás de un consumo desmedido de carne, millones de cabezas de
ganado emitiendo metano a la atmósfera, alrededor de 20 veces más virulento que
el dióxido de carbono, detrás de este gadget o prenda de ropa, miles de barcos
mercantes surcando por los mares y trasladando materias de un lado a otro del
mundo.
Es hora de pensar de manera
interdependiente.
Hemos tenido acceso a una
cantidad de energía, como jamás el ser humano ha tenido. Consumimos muchas
veces como si fuera inagotable, como si no costará esfuerzo obtenerla. Nuestra
civilización de la opulencia y la globalización nos ha permitido gozar de
servicios, hasta hace poco impensables. Y debido a la complejidad del sistema
no llegamos a entender el origen de las cosas, los procesos que traen hasta
nuestra rutina energía, agua, minerales, alimentos. Hoy quiero que visualicemos
todos lo que ocurre aquí y allí. No nos conformaremos con la típica iluminaria
que se apaga o enciende porque la energía de la que menos consciencia tenemos
no se consume solo en casa y en el centro docente, sino en otros ámbitos de la
economía. Por eso, hablaremos de la huella energética. Y ello nos trasladará
directamente a los sectores invisibles a los urbanitas, el sector secundario
(la industria) y el sector primario (el mundo agropecuario, la minería, los
bosques…).
¿Qué podemos hacer profesores y
alumnos desde nuestros centros docentes para responder a la gestión de la
energía que nos da la vida?
AHORRANDO.
¿De cuántas maneras se puede
ahorrar?
Dentro del mismo centro hay maneras que son muy evidentes. El equipo encargado de hacer el análisis energético os hablará sobre ellas. Yo os puedo adelantar y mencionar algunas, pero también os hablaré de aquel gasto energético que no se produce dentro del colegio, pero que sí depende de los comportamientos que tengamos dentro del colegio como consumidores. A fin de cuentas, si hablamos de ahorrar energía es porque intentamos reducir el consumo de energía. Y consumir, consumir energía es algo que no solo ocurre de puertas hacia dentro sino de puertas hacia fuera. Quiero que penséis de manera interdependiente, que imaginéis lo que está ocurriendo en el mundo para que nosotros podamos disfrutar de la energía.
2.- ¿Qué podemos hacer en nuestros centros docentes?
Empecemos con el centro escolar.
¿Qué pasaría si involucrásemos al
alumnado, invitándoles a que diseñaran algún tipo de señalética que nos
recordase la importancia de apagar las luces que no se usan? ¿Y si lo
convirtiéramos en una especie de concurso por el que se nos anotarían puntos en
unas tarjetas, cada vez que tuviéramos el gesto de apagar una luminaria?
Podrían ser los mismos compañeros
alumnos los que auditaran el gesto. Por ejemplo. Esa nueva puntuación solo te la
puede poner otro compañero que sea testigo de tu gesto.
Lo mismo sería extrapolable a la
calefacción o aire acondicionado. Aunque se supone que los profesores tendrían
que velar por este apagado y encendido, al entrar y salir del aula.
Otra alternativa sería colocar
detectores de presencia que activaran el encendido y apagado de las luminarias,
pero sería menos didáctico que el que los alumnos se implicaran.
Los termostatos de calefacción y
control del aire acondicionado se podrían ajustar de tal manera que consumieran
poca energía dichos aparatos. El termostato de la calefacción se puede colocar
a una temperatura no muy caliente (20º o menos grados) e invitar a que los
alumnos se abriguen un poco más. El aire acondicionado no tiene por qué estar a
la temperatura ideal de 24º sino un poco más alto. O mejor, abrir las ventanas
del aula y la puerta y generar corrientes de aire. Sinceramente, si las
condiciones de orientación del aula lo pueden permitir (por ejemplo, mirando
hacia el norte), podríamos apagar el aire acondicionado en momentos de no
excesivo calor.
Un ámbito que consume mucha energía
en la arquitectura es el acondicionamiento del aire y el uso de aparatos
electrónicos. Los mismos criterios de apagar luces son aplicables a los
ordenadores, impresoras, fotocopiadoras, proyectores y pantallas digitales. Que
estos tengan programada su hibernación para el caso de pasar un cierto tiempo
sin usarse es también importante. Y desconectarlos directamente, ideal. El
stand by es el llamado vampiro energético. Las 24 horas que está el stand by
encendido pueden llegar a consumir mucha más energía que el poco tiempo que se
use, por ejemplo, una impresora.
Pero siguiendo con el
acondicionamiento del aire…
¿Hasta dónde podría llegar el
presupuesto del centro para instalar toldos sobre las ventanas? Los toldos permiten
que los rayos del sol entren en las estancias en invierno y proteger del
excesivo calor en verano. Sencillos, no muy caros, y eficientes.
Otra intervención ideal sería
poder aumentar el aislamiento térmico de las fachadas y los conductos de la
calefacción, así como cambiar las carpinterías y vidrios de las ventanas por
carpinterías con ruptura de puente térmico o madera, que es muy aislante
térmicamente, y los vidrios a dobles y triples. Pero entiendo que esto entra en
un ámbito de presupuestos que no se pueden permitir todos los centros docentes.
No obstante, lo menciono, porque aunque sea desde el punto de vista pedagógico,
es interesante de conocer. Y si no podemos, el simple hecho de colocar unos
burletes en las juntas de las carpinterías de las ventanas ya es algo. Pueden
ser de caucho, espuma o silicona.
Solo aumentando aislamientos
térmicos, avanzaríamos en un porcentaje de ahorro energético muy alto. Lo que
se llama la eficiencia energética. Claro.
Esto solo tiene sentido en un panorama sin covid.
El cambio de calefacción
centralizada (de radiadores y alimentada por gasoil, propano o gas natural) a
calderas de condensación o baja temperatura (a partir de gas natural) nos puede
llevar a ahorros de hasta un 10% o 20%.
No hace falta decir que invertir
en cambias todas las luminarias incandescentes por LEDs es una apuesta segura.
Ahorraríamos hasta 8 veces en el gasto de energía. Si cambiáramos las
incandescentes por fluorescentes compactas el ahorro sería de 4 veces. Aunque
estas últimas tienen un riesgo. Si se rompen puede emitir al ambiente mercurio.
Por otro lado, las bombillas halógenas también están proscritas, por su alto
gasto energético. Mejor, sustituirlas cuanto antes. Y las fluorescentes de toda
la vida no están nada mal, más emparentadas con las fluorescentes compactas.
No olvidemos de mantener limpias
las luminarias. Poned atención en su mantenimiento.
Pintar las paredes de color
blanco o colores claros, aumenta la iluminación, respecto a la presencia de
paredes con colores más apagados. Es una manera de poder disfrutar de más luz,
con un uso menor de luminarias. Esto podría permitir encender solo la mitad de
las luces del aula en determinados momentos del día.
Tanto alumnos como profesores
deberían alcanzar ese tipo de sensibilidad, por el cual te chirriaría el tener
luminarias encendidas cuando podemos permitirnos el tenerlas apagadas. Si las
imagináramos como grifos manando agua lo entenderíamos mejor.
El centro debiera contratar a
alguna comercializadora 100% energías renovables. Existen ejemplos como Som Energía que además funcionan con la
forma jurídica de cooperativa, donde sus clientes son socios, lo cual es un
también interesante avance social. Lo menciono en términos de debería porque
hoy en día ya es una opción. Instalar toda una red de paneles fotovoltaicos que
pudiera abastecer al centro de electricidad no solo sería muy costoso
económicamente sino posiblemente no hubiera suficiente superficie en los
tejados para ello. Sin embargo, contratar a una comercializadora de energías
renovables, no solo supondría un coste cero, sino que resultaría muy fácil.
Igualmente, si el centro cuenta
con vestuarios para el gimnasio o pabellón polideportivo, otra buena apuesta
sería instalar una red de paneles solares de agua caliente sanitaria. La
energía solar térmica es una de las maneras más eficientes de aprovechar la
energía del sol. Esta energía se aprovecha directamente. Así como calentar con
electricidad (efecto Joule) es muy costoso y poco eficiente, calentar con el
sol es altamente eficiente.
El reciclaje es importante. De
ahí, el también incluir el mismo reto que mencionamos anteriormente con el
apagado de luminarias. Cada separación correcta de residuos por un alumno
podría apuntarse en su tarjeta por el compañero. Este tipo de puntuaciones
podría tenerse en cuenta en las calificaciones finales de la asignatura de
ciencias ambientales, sociales o ética, por ejemplo. ¿Por qué no iba a ser tan
importante nuestra relación con el planeta en nuestra educación como otras
materias del currículo?
¿Cuántas personas saben que
fabricar cosas nuevas con materiales de reciclaje ahorra energía respecto a
fabricarlas con materias primas recién sacadas de la naturaleza?
La revista Opcions nos cuenta que
la energía que se ahorra fabricando un paquete de 500 folios de papel reciclado,
en lugar de virgen, mantendría una bombilla de bajo consumo de 11 W encendida
durante dos meses y medio. El consumo de energía para fabricar papel reciclado
es entre 2 y 5 veces menor a la fabricación de papel con pasta virgen. De hecho,
los paquetes de folio que entraran al centro debieran ser siempre reciclados.
Así como es altamente recomendable que las bebidas vengan en recipientes de
vidrio y no plástico.
La misma capacidad de ahorrar
energía sería extrapolable a reciclar el vidrio, metales como el aluminio y el
acero o algunos tipos de plástico. Es importante que el alumnado tenga claro el
acto de separar los distintos materiales de sus almuerzos y tenga disponibles
tanto en el centro como en el aula los diferentes contenedores.
3.- ¿Nuestros actos se acaban en las paredes del centro o van más allá?
Cuando nuestros actos nos ofrecen
inmediatamente resultados, perceptibles en nuestro entorno inmediato, es fácil
tomar posiciones éticas. Si tiro basura al suelo, lo veo. Lo puedo valorar, me
pueden hacer reflexionar sobre ello. Lo entiendo.
Pero cuando las consecuencias de
nuestros actos quedan muy lejos, la cosa comienza a complicarse.
¿Por qué hacemos esta reflexión?
Vivimos en un mundo globalizado.
Globalización. Desnivel
prometeico. Son términos que remiten a una maquinaria de creación de realidades
laberíntica y muy compleja.
Hace siglos, una persona podía,
más o menos, entender cómo funcionaba el mundo.
Para ello y hoy se necesita
estudiar, leer, razonar, calcular.
Los servicios que obtenemos del
sistema económico proceden de la llamada economía de materiales. Una cadena de
acontecimientos que transforman la materia prima en productos, que consumimos y
acabamos desechando.
Cada vez que compramos o
consumimos determinado producto o servicio todo un engranaje de eslabones se
tiene que poner en marcha. En esa cadena de realidades existen interacciones
con el medio natural, se ven implicadas personas, animales, paisajes, regiones
enteras. Y, sobre todo, y siempre, se consume energía.
La energía que se necesita para
fabricar, confeccionar o cultivar un determinado producto es la llamada huella
energética. Esta se prolonga hasta el mismo momento que se extrae la materia
prima. Y lo inquietante es que es una huella que nos pasa absolutamente
desapercibida.
¿Qué tipo de productos o
servicios podemos estar consumiendo desde la actividad de los centros docentes
que den lugar a un consumo de energía en otra parte?
Empecemos hablando de la
alimentación. Pensemos en la hora del almuerzo en el patio.
No es lo mismo consumir una
manzana, cultivada en nuestra región, por ejemplo, en el rincón de Ademuz, que
un mango importado de Sudamérica. El recorrido que ha tenido que hacer ese
alimento en grandes barcos mercantes ha supuesto un consumo de combustibles
fósiles en su trayecto, y por tanto de energía. Por no hablar de las ya
mencionadas emisiones de gases de efecto invernadero. La manzana de Ademuz o la
naranja de la Safor son lo que llamamos consumo de proximidad o consumo local.
Nuestra decisión inocente y sencilla, a la hora de plantarnos ante las cajas de
verduras en un comercio, están definiendo el tipo de economía que se genera. La
una implica un mayor consumo de energía, la otra un menor consumo de energía. Igualmente
podríamos comparar una tableta de chocolate que viene de la otra parte del
mundo con una magdalena del horno de nuestro barrio. O un tetrabrick de zumo,
compuesto por aluminio (el aluminio consume muchísima energía para su
extracción y elaboración), plástico (procedente del petróleo, pensemos en toda
una estación petrolífera, una refinería y una industria de film para
confeccionar esa botella) y de papel (un tercio de las explotaciones de maderas
a nivel mundial se usan para fabricar papel). La alternativa sería una botella
de vidrio reutilizable con agua del grifo (purificada si fuera necesario).
Hemos empezado hablando del poder
del consumo. Nuestros gestos diarios a la hora de comprar dan impulso a unas u
otras historias. Cada moneda que ponemos a disposición del comerciante
FINANCIA, da alas, alimenta una realidad u otra. Lo han dado en llamar el “voto
económico”. Con nuestras compras votamos las políticas de unas u otras empresas
todos los días. Los empresarios están pendientes de nuestras decisiones,
deseos, necesidades y cada vez que decidimos comprar un producto u otro estamos
mandando un mensaje al mercado. El marketing moderno funciona así. El
empresario diseña el producto en función de nuestras demandas.
Pero prosigamos. Sin salir de la
alimentación.
Un niño o niña puede traer de
almuerzo todos los días al cole un bocadillo con carne o alternarlo con una
pieza de fruta cada día.
Este es un tema muy delicado, que
cuando se menciona en el mundo de la educación ambiental provoca muchas
sensibilidades y resistencias.
Como educadores ambientales vamos
a basarnos en estudios científicos. Lo que vamos a contar ahora no obedece a
ninguna ideología vegetariana. Son estudios.
David Pimentel y Marcia Pimentel,
prestigiosos científicos y profesores, expertos en Nutrición y energía, nos
cuentan en alguno de sus artículos que para obtener una proteína de origen
animal se necesita 11 veces más energía que para obtener una proteína vegetal.
No olvidemos que el cuerpo necesita proteínas de calidad. El origen es
indiferente. Nuestra sociedad está muy obsesionada y de manera equivocada en
pensar que solo la carne nos puede aportar proteínas. De hecho, nuestra dieta
mediterránea tiene interesantes platos culinarios, donde la combinación de
legumbres con cereales tiene capacidad de aportarnos esas proteínas, al unir y
complementar los nueve aminoácidos esenciales. Por ejemplo, un plato de
lentejas con arroz integral, una ensalada de maíz con guisantes o un plato de
alubias con pan integral. Incluso si estos platos llevan carne, la llevan de
manera reducida: el choricillo en las lentejas, los trocitos de pollo en la
paella…
¿De qué manera podríamos
estimular el apetito en los niños por estos platos de histórico recorrido y hacerles
entender que son más sanos para ellos y el medioambiente que las típicas
hamburguesas, bistec, salchichas, etc? Incluso… ¿Lo tenemos claro, nosotros los
profesores adultos?
El 95% de la soja cultivada en el
mundo se usa para fabricar piensos para animales. Y lo más triste es que el 80%
de la pérdida del Amazonas tiene precisamente que ver con el cultivo de esa
soja o la creación de pastos. Abusar del consumo de carne es literalmente
comerse la selva más grande del mundo. ¿Lo vamos a seguir consintiendo?
Cuando se trate de consumir
carne, hagámoslo con sentido común, de manera comedida, al modo mediterráneo.
No hay suficiente tierra fértil en el planeta para que todos los seres humanos
no perdonemos ni una ración de carne al día.
Prosigamos.
¿En qué medio de transporte
llegamos hasta la escuela?
¿Hacer quince o veinte minutos
andando por nuestro barrio es demasiado para el cuerpo y nuestros tiempos, como
para tener que usar el coche para llevar a nuestros pequeños al cole?
¿Qué clase de sociedad acomodada
estamos creando? Andar es muy sano. Ir en bicicleta también. Y el transporte
público, por determinada cantidad de energía te traslada a más personas que un
coche usado por el conductor y los niños. Y menos contaminación.
Siempre que tengamos una alternativa
razonable al coche, estaremos ahorrando energía. Siempre. Es necesario hacer
ver a las personas que nuestros hábitos diarios tienen poder de cambio. De
hecho, son esos gestos pequeños repetidos todos los días y reproducidos por
millones de personas lo que caen como una losa sobre nuestro frágil
medioambiente.
¿Qué ropa vestimos para ir al
cole? ¿Nos pueden las marcas? ¿Tan atemorizados estamos a no ser aceptados por
nuestros compañeros si no vestimos a la moda?
¿Cuántas personas saben que la
ropa procede de la segunda industria más contaminante del mundo?
¿Y nuestros gadgets electrónicos?
Cada vez es más habitual ver como los chavales traen su último modelo de móvil
al cole.
Solo la industria, a nivel planetario,
supone un tercio del consumo de energía mundial.
Volvemos sobre esa energía
invisible. ¡La energía que se usa para fabricar las cosas!
¡Cuánta energía hay metida en
cada cosa que compramos!
¿Cuál sería la alternativa más
fácil e inmediata para reducir el consumo de tantos productos, que tanta energía
consumen? Pensemos que cualquier fábrica se nutre de electricidad. ¿De dónde
viene esa electricidad? ¿Es su origen nuclear o fósil?
¿Y los minerales y materias
primas para confeccionar esos objetos? Tan solo la industria de la minería
consume entre el 8% y el 12% de la energía primaria mundial. Y lamentablemente
solo aporta el 0,5% del empleo mundial. Y mucha de esa industria minera es implacable
con los derechos humanos. Recordemos el caso del coltán en la República
Democrática del Congo, usado para los aparatos electrónicos.
¡Cuánta energía consumimos a
través de lo que compramos!
Pero volvamos a la pregunta
inicial. ¿Cuál sería la alternativa más fácil e inmediata a todo este
conglomerado industrial, que en más de una ocasión se cimienta sobre la cuasi
esclavitud laboral?
¡LA REUTILIZACIÓN!
¡Los productos de segunda mano! Que
por cierto genera muchos puestos de trabajo relacionados con la reparación y la
rehabilitación. Actividades que consumen poquísima energía, pues sustituyen
solo las piezas estropeadas, o remiendan, apañan, ajustan...
¿Cómo podríamos poner en valor
delante de los más jóvenes la importancia de heredar la ropa de los hermanos,
primos o incluso de una tiendecita de barrio que apoye una causa de reinserción
social o de una plataforma de segunda mano en internet!
¿Cuántas cosas podemos obtener de
segunda mano?
Ropa, electrodomésticos, complementos,
libros, viviendas, coches, bicicletas, móviles, calculadoras, instrumentos
musicales, películas, mobiliario, decoración, …
Los escenarios hacia los que nos
llevará la inminente carestía de combustibles fósiles y la necesidad urgente de
dejar de emitir tantos gases de efecto invernadero, son escenarios de auténtico
decrecimiento. Y vendrá de manera ordenada, por las buenas, o de manera desordenada,
impuesto por las malas. Cuanto antes nos preparemos, revisando todo nuestro
consumo, ese consumo que se basa a su vez en consumo de energía, más pacíficas,
libres y exitosas serán las sociedades de nuestro futuro. Inminente. Y no
lejano.
Y la educación es un “arma”
cargada de luz, razón y mucho amor.
¡Usémosla! Pongamos la educación
a la altura de los tiempos. Nosotros y los más jóvenes nos lo merecemos.
No podemos esperar más.
El momento es ahora.
No me considero mayor experto en ciencia que muchos de los
científicos que participan en el documental. Sin embargo, lo que afirman se
contradice con mucho de lo que afirman otros tantos científicos, mayores en
número y bajo un consenso mundial, especialmente el IPCC, los defensores de la
existencia de un cambio climático antropogénico (debido a la actividad humana).
Desconozco también si los científicos
aparecidos en el documental han publicado en revistas científicas de alto
impacto y artículos científicos revisados a pares.
El documental no niega la existencia de una subida de las
temperaturas globales, pero si niega que el ser humano sea la causa. Y esto es
altamente relevante para nuestro futuro y nuestro posicionamiento moral en el
tema.
Voy a ir apuntando argumentos críticos, fruto de lo
recolectado de otras fuentes y algunas opiniones personales, frente a muchos de
los puntos mencionados en el documental:
1.- El documental afirma la existencia de ciclos y otros
cambios climáticos en el pasado con periodos de más calor o más frío, quitando
de esa manera importancia al presente cambio climático. Sin embargo, no dicen
que algunos de estos cambios del pasado mencionados se desarrollaron en
regiones concretas del planeta y en periodos muy largos de tiempo y no en un
periodo tan corto como el actual. Este aspecto de aceleración tiene capital
importancia en el rendimiento y nula adaptación de las cosechas y por ende en
la falta de alimentos en una población mundial creciente. Los defensores del
cambio climático antropogénico nunca dudaron en que el planeta y la vida
continuarían. Lo relevante aquí es como nos afectará este cambio climático tan
acelerado a los seres humanos, además de a multitud de especies vivas, que
tienen tanto derecho como nosotros para vivir en este planeta. El documental habla
de adaptabilidad de los seres vivos, cuando es lo contrario, se están
extinguiendo especies vivas a un ritmo alarmante.
2.- El documental cuestiona los modelos informáticos
utilizados para apoyar la tesis del cambio climático antropogénico. ¿Todos
están mal? ¿Todos? ¿Alguien piensa, con los últimos años calurosos que hemos
tenido, que los científicos del IPCC exageran los datos? Los modelos
construidos trabajan con índices de probabilidad y consenso de muchos
científicos.
3.- El documental hace parecer a los detractores del cambio
climático antropogénico como pobrecitos atacados y condenados al ostracismo,
con una dosis emocional de victimismo. Este manejo de las emociones hace
parecer a los defensores del cambio climático como personas malvadas, cuando
son justamente lo contrario.
4.- “Gracias a los lujos de la industria moderna una vez
disfrutados exclusivamente por los ricos ahora están disponible en abundancia
para la gente corriente”. Esta frase que reza la traducción escrita del
documental me estremece. Aquellos promotores de este documental que hayan
concebido la ideología guía del discurso, claramente son defensores de la
teoría de la riqueza por la cual tiene que haber personas ricas en el mundo,
para que con el maná que les sobre después de haber atesorado sus plusvalías
vaya llegando a los de abajo. Este documental es claramente de corte
neoliberal, defensor a ultranza del mismo capitalismo que está acabando no solo
con el clima sino con la vida.
5.- El documental nos expone diagramas de emisiones de CO2
que se desacoplan del aumento de temperaturas en el año 1940. Los diagramas que
yo he visto en el 5ª informe del IPCC no exageran tanto este periodo de 1940 a
1980 y el acoplamiento que se pude entrever es mucho más claro.
6.- El documental dice que el CO2 que emitimos es
muy reducido y que los vapores de agua (las nubes) son el más grande gas de
efecto invernadero, pero lo que no dicen es que estos vapores aumentan en
cantidad precisamente como consecuencia del aumento de temperaturas, como
consecuencia, a su vez, de un aumento de emisiones de C02, ¡¡incluso
con pequeñas cantidades de CO2!! El documental está quitando, todo
el rato, importancia al C02, cuando precisamente pequeñas
variaciones de CO2 en la atmósfera son fundamentales y suficientes
para que aumente la temperatura global.
7.- El documental dice que los volcanes emiten más CO2
que toda la actividad humana, sin embargo, yo encuentro afirmaciones
diferentes, como que emiten menos del 1% de lo que emite el ser humano. Bueno…
Es curioso pero los aerosoles de los volcanes tienen un efecto de enfriamiento
como pasó con el Tambora con su erupción en el año 1815.
8.- El documental afirma que las fluctuaciones solares son
las causantes de este aumento de temperatura. Según el quinto informe del IPCC
los cambios en la radiación solar habrían contribuido solo a un ¡2%!
9.- El documental justifica la existencia de los afines al
cambio climático antropogénico por conservar sus puestos de trabajo. Me parece
un argumento infantil y pobre. Encontramos mayores intereses y ganancias en la
industria de los combustibles fósiles (los lobbies del petróleo, el carbón y el
gas), con mayores puestos de poder. De manera ya clara y sin tapujos,
estuvieron financiando el descrédito y el negacionismo durante décadas de una
manera cabalmente orquestada, utilizando agencias de comunicación, organizaciones
aparentemente populares, fundaciones… Esta gente si lo tenía bien montado y
tenía mucho más que perder si el cambio climático antropogénico resultaba ser
real.
10.- El documental dice que el CO2 acumulado en
las profundidades en los registros de núcleos de hielos es el que sigue al
aumento de temperaturas con un desfase de 800 años. Esto contradice la tesis mayoritariamente
aceptada de que sea al revés, que es el aumento de CO2 el que a
través del efecto invernadero provoca el aumento de temperaturas.
11.- El documental dice que la mayor fuente de CO2
son los océanos. Pero en el balance actual los océanos están almacenando más CO2
que emitiendo. La prueba es que se están acidificando y su salinidad es mayor.
12.- El documental me hace una comparación del aumento de
emisiones de CO2 con el aumento de temperaturas en el ártico, demostrando
su falta de acoplamiento. Cuando cualquier climatólogo sabe que el aumento de
temperaturas en el planeta es desigual. Por ejemplo, en la cuenca mediterránea
y en los mismos círculos polares el aumento de temperaturas es muy superior a
la media. Que me muestren el aumento de temperaturas globales y aumento de CO2
global en gráficas solapadas.
13.- El documental me pone el foco de atención sobre
Margaret Thatcher, como si esta mujer hubiera podido dirigir las mentes y
estudios durante ¡décadas! de multitud de climatólogos, incluso a la misma
Organización de las Naciones Unidas, fundadora del IPCC.
14.- El documental me pone de ejemplo al científico sueco de
los años 70 como origen, cuando lo del cambio climático se sabía mucho antes de
los 70.
15.- El documental se muestra claramente a favor del
crecimiento económico, cuando se sabe que es inviable por la falta de recursos
no renovables y las leyes de la entropía. Es imposible crecer infinitamente en
un planeta finito. Necesitamos ampararnos en otras cosmovisiones para hacer
frente a los retos del declive de los recursos energéticos y minerales. Quién
defienda el crecimiento a ultranza está enclaustrado en el pasado de las
ciencias económicas. Este tipo de ideas que salpican el documental dejan
entrever con claridad cuál ha sido el motor ideológico que lo ha patrocinado. Y
ya para colmo me defienden implícitamente a EEUU, uno de los países del mundo
con mayor huella ecológica. Necesitaríamos 5 planetas para que todos los
habitantes del mundo pudieran vivir con el nivel de vida de esa nación.
16.- El documental me viene ahora con el cliché de que los
activistas medioambientales nos quieren devolver a la edad media. ¡Por favor!
Que poco conocimiento del ecologismo moderno.
17.- La motivación del ecologismo no es la confrontación,
como cuenta el documental, sino el cuidado de la naturaleza y todos sus seres
vivos, incluyendo los humanos. El documental vende el ecologismo como una
mancha en la sociedad, como una transición del comunismo. Precisamente el
comunismo de la antigua Rusia estaba a favor de la producción industrial
masiva.
18.- El documental se refiere al movimiento ecologista con
términos como extremistas. Está claro que el medioambiente no les preocupa
demasiado a los ideólogos del documental. El movimiento del cambio climático
está creado por científicos, no por ecologistas.
19. Que los proyectos relacionados con el cambio climático
hayan recibido subvenciones no significa que queden desacreditados o sin
fundamento. ¡Claro que han recibido subvenciones! Se trata de una investigación a gran escala y una necesidad de comunicar los resultados por su relevancia global.
20.- “La ciencia es así de mala”. Menciona uno de los entrevistados
del documental refiriéndose al error de darle importancia al CO2. La
ciencia no es mala ni buena. Observa hechos, calcula y concluye.
21.- El documental da a entender que los científicos del
Panel Intergubernamental del Cambio Climático sean tontos y no tengan en cuenta
todos los factores. ¡Dejaran de haber tenido en cuenta todos los factores!
22.- La manera, que tiene el documental, de contar muchas
cosas como el tema de las energías renovables me parece capciosa. Me muestran
las energías renovables como algo paupérrimo y sin potencialidades al poner el mal
ejemplo del hombre africano que subsistía con 2 placas solares. Creo que el
tema es más amplio como para simplificarlo tanto. También afirman que si son
muy caras cuando el precio ha bajado muchísimo en los últimos tiempos. De
cualquier manera, tengo que reconocer que las energías renovables no serán
suficientes y que utilizan materiales no renovables que acabarán sufriendo los
estragos del desgaste y para cuando queramos renovarlas por otra generación de
artefactos verdes ya no nos quedará petróleo para fabricarlas, montarlas y
transportarlas. Y estoy de acuerdo con algo que dice el documental. Las
energías renovables no son capaces de mover muchas industrias. Sin embargo, sí
son necesarias para la transición ecológica, combinadas con eco-eficiencia y con
un consumo menor de energía. No contamos con fuentes de energía alternativas a
fecha de hoy.
23.- El documental
dice que los informes del IPCC son adulterados en sus revisiones finales.
¡Claro! Por todos los grupos de interés que no quieren ver reducidas sus
producciones de combustibles fósiles.
24.- El documental critica el principio de precaución para
las nuevas tecnologías, tan necesario en nuestros días antes de lanzar una
nueva tecnología al mercado sin medir las consecuencias menos agradables. Ya
tuvimos malas experiencias con la industria química, los plásticos o los
transgénicos. Sigue estando muy claro de que pie cojea este documental. Hay
grupos de poder detrás, o al menos, ideólogos favorables al capitalismo a
ultranza, sin mesura.
25. El documental muestra a los grupos ecologistas en contra
del desarrollo de los países del sur. ¡Me parece indignante! Hasta aquí hemos
llegado. No había visto tanta manipulación informativa. Por un lado, el
documental muestra el desconocimiento del ecologismo moderno y por otro lado me
parece hasta malvado mentir de esta manera sobre el movimiento ecologista. El
ecologismo moderno une igualdad social con medioambiente. Es más que sabido que
es imposible alcanzar la sostenibilidad si no hay equidad social. Esto daría
para hablar mucho, pero el documental lo simplifica de una manera repugnante.
El documental dice que los ecologistas afirman que las poblaciones del sur no
deben tocar sus recursos, cuando es todo lo contrario. Se lleva hablando desde
hace mucho tiempo de soberanía alimentaria, biorregionalismo o nacionalización
de empresas energéticas para los países del sur. Y sobre todo, no
simplifiquemos. Lo que necesita el planeta es una relación diferente con la
Tierra, es aminorar el extractivismo, tan dañino precisamente para campesinos y
pueblos indígenas del sur, que poco beneficio reciben de ello. Se trata de
generar una nueva relación con la Tierra. Y eso también necesitaría de mucho
más espacio para ser explicado. Me ponen el ejemplo de las hogueras que
utilizan en pequeñas aldeas africanas y la falta de electricidad, como si los
ecologistas no quisieran que esta realidad fuese superada. El documental culpa
a los ecologistas de desear eso. Cuando resulta que es el sistema económico,
que defiende el documental, acaparador de tierras y recursos, el que priva del
desarrollo a estos pueblos.
26.- El documental pone mucho acento en la “alarma” social
que generan los defensores del cambio climático antropogénico. ¡Lógico! Es que
es un tema en el que nos va el futuro de la vida sobre la Tierra tal y como la
conocemos. ¿Cómo iba a ser si no? Y es más, es una alarma demostrada por
estudios. O sea. El conocimiento de esta realidad lleva implícito un
posicionamiento moral o ético, que es la necesidad de tener que comunicar
urgentemente el tema a todo el mundo y hacer cambios en las políticas y en las
empresas a nivel mundial.
27.- Y ya cuando llega el documental y me cuestiona el
deshielo del ártico, ya me quedo atónito. Claro que mengua y crece según las
estaciones. Si. Eso ya lo sabemos. Pero la realidad es que la cantidad de masa
de hielo que hay en los últimos veranos es mucho menor de la que debiera haber.
28.- Y cualquiera que razone un poco se dará cuenta de un
detalle. El documental va desmintiendo punto por punto todos los asertos del
cambio climático antropogénico. ¿Es posible que todo lo que defienden la
ciencia mayoritaria del cambio climático sea falso? ¿Todo?
29.- El número de científicos discordantes con el cambio
climático antropogénico que aparece en el documental es nimio, comparado con
los miles de científicos a favor. Sin embargo, al aparecer de manera tan
vehemente parecen resultar convincentes. No dudo de que hayan tenido recorridos
científicos brillantes, pero sus conclusiones son excepcionales, frente a una
mayoría abrumadora de científicos favorables a la tesis del cambio climático
antropogénico. Sobre todo, porque se produce un curioso efecto psicológico.
Cuando tú ves a alguien que va en contra de la opinión oficial lo ves como un
héroe, como una persona moralmente superior que te está descubriendo la verdad
que otros de manera “conspiradora” te niegan. Así funciona la manipulación de
la opinión pública. Pura ingeniería social.
30.- Si uno analiza con profundidad el sesgo del documental
se da cuenta de la mentalidad neoliberal y capitalista. En ningún momento
muestra preocupación por los problemas medioambientales. Incluso si lo del
cambio climático antropogénico no fuera cierto, no es justificable que sigamos
contaminando a tan alto nivel con nuestras emisiones y envenenando a millones
de personas con los gases contaminantes de toda la industria. Algo tendremos
que hacer.
CONCLUSIONES:
Es tan abrumadora la lista de datos y autores que ofrece el
documental que no es extraño que parezca convincente. Simplemente, lo parece.
Pienso que algún lobby, o más de un lobby, ha aprovechado la
existencia de las personalidades que pueblan el documental para tejer un
discurso a conveniencia de conservar su status quo y el discurso dominante del
capitalismo. Que curioso que entre todos los hombres entrevistados (hombres
solo) se puede ir tejiendo un mismo discurso a lo largo del documental. Todo lo
dicho está muy bien hilado y diseñado. No vemos opiniones diversas e
imparciales sino dirigidas a la misma diana.
En mi opinión, el documental trae un sesgo de ultraderecha,
haciendo afirmaciones muy simples y combinándolas para hacernos sentir aversión
por el movimiento ecologista y el consenso científico mayoritario a nivel
mundial sobre el tema.
Este tipo de documentos me parece muy peligroso, sobre todo porque consiguen dividir la opinión pública y convencer a la gente de que no hay nada que debamos hacer por cuidar el medioambiente, sino que hay que seguir confiando en el devenir y buen curso del libre mercado.
HECOENSAYO 54: "REFLEXIÓN CRÍTICA SOBRE EL DOCUMENTAL: CLIMATE the MOVIE: The Cold True (EL CLIMA: La película. La fría verdad)":
https://www.youtube.com/watch?v=_3StUI0HtC8
1.
Tomar un vídeo de Greta Thumberg no tan
afortunado para ridiculizar el movimiento ecologista global es capcioso y hecho
con mala sombra. Existe una crisis global medioambiental. Y negarla es muy
triste y terrible. Existen 9 límites planetarios. De los cuales hemos superado
6. Uno de ellos el clima. Es ciencia. Es una realidad. El decrecimiento
económico que precisamente defiende Greta no puede obedecer precisamente a
ningún interés empresarial. Es todo lo contrario.
2.
¿Pánico ecologista excéntrico? Que falta de amor
a la casa común demuestran los que así critican al movimiento ecologista.
3.
Este cineasta se lo monta escogiendo las voces
que avalan su propia tesis y al darle un formato de documental parece un
documento serio y creíble.
4.
El dinero que puedan mover las energías
renovables no es comparable con el que han movido hasta ahora los combustibles
fósiles. El documental las demoniza. Cuando son la mejor opción ecológica con
la que contamos. No obstante, un enfoque capitalista mal planteado convierte a
las renovables también en el ataque a muchos paisajes. Renovables sí, pero con
un nuevo modelo energético más social e integrado en el tejido urbano.
5.
Dar a entender que toda la ciencia es corrupta,
cuando los verdaderos científicos son imparciales, trabajan duramente con datos
y ecuaciones cuantiosas, muchas veces sin la financiación que quieren, es
moralmente inaceptable.
6.
Decir que no hay pruebas del cambio climático es
sencillamente falso. Hay demasiadas. Y que una muy minoría científica afirme
eso no les da autoridad moral de estar en lo cierto. Existe un consenso
mayoritario de que hay pruebas de sobra de la existencia del cambio climático.
7.
No hay ningún asalto a la libertad individual
por parte del movimiento climático y ecologista. Nuestra libertad acaba donde
empieza la del contrario. Y eso incluye el medioambiente que nos rodea y que
tanto necesitamos.
8.
El desarrollo sin control, como el que hemos
tenido, sí que destruye el planeta. Sólo hay que darse un paseo por las zonas
de sacrificio de muchos países del sur, la invasión de plásticos en los
océanos, la pérdida de agua dulce, la alteración del clima y del ciclo del
nitrógeno, etc. No se puede seguir creciendo infinitamente en un planeta
finito. A este documental ya se le ve el plumero. Servir al capitalismo y sus
capitalistas.
9.
El documental se dedica a ridiculizar cuestiones
como la importancia del consenso científico. Cuando precisamente ese consenso
con una alta tasa de probabilidad explícita de evidencia es la que nos acerca a
la verdad.
10.
Los científicos entrevistados siguen siendo una
ridícula minoría. Y buscados a propósito para avalar la tesis prejuiciosa del
cineasta.
11.
Es falso que los científicos pro-cambio
climático digan que no hay precedentes de altas temperaturas. Claro que se
dice, pero en épocas donde no existía el ser humano. Cambios de temperatura que
duraron cientos de miles de años y no menos de 200, como está ocurriendo ahora.
Temperaturas más altas para otras especies.
12.
Aguas más calientes podrán ser más vida en unos
casos y menos en otros. Lo que no cuenta es que mares con temperaturas más
cálidas ceban los fenómenos climáticos extremos.
13.
Es el cambio de temperatura global en poco
tiempo el que no permite adaptarse a todas las especies de este planeta. Y el
que provoca cambios representativos del clima.
14.
Aunque estemos en una fase fría, que es cierto,
un aumento de solo grado y medio a nivel global es suficiente para alterar el
clima y la adaptación, por ejemplo, de muchos cultivos que necesitamos para
nuestra alimentación. Véase como sólo en España está bajando el rendimiento de
los cereales y los olivos a niveles alarmantes.
15.
El aumento de la temperatura que se defiende
como peligroso es una tendencia, una diferencia entre la media de la
temperatura preindustrial y la actual. Claro que hay fluctuaciones, pero la
diferencia global en dos siglos es la que tiene impacto en el clima global.
16.
Hablar de la isla de calor en las ciudades es
distraer sobre el verdadero tema del cambio de temperatura global. Una manera
capciosa de manipular la opinión pública al respecto.
17.
Las temperaturas de los océanos y mares están
siendo especialmente elevadas. Aquí en el mediterráneo llegamos a los 29º en el
año 2023 y 2024.
18.
Sí que es alarmante pasar el grado y medio. Es
algo comparable a la fiebre, pero a nivel sistémico planetario.
19.
Comparar el alto nivel de C02 de hace millones
de años con el actual es capcioso también. Había otra fauna y flora. Y pequeños
aumentos del nivel de C02 si tienen capacidad de calentar el clima. Pequeños.
Defender el aumento de CO2 como positivo para la flora es manipulador. No es
esa la cuestión. La cuestión es como este influye en el aumento de
temperaturas, con todas las nefastas consecuencias asociadas.
20.
El C02 no causa cambios de temperatura dicen los
entrevistados en el documental. Falso. El efecto invernadero se explica en
cualquier centro docente del mundo, demostrando lo contrario.
21.
Agarrarse a los termómetros rurales para negar
el calentamiento global es pésimo.
22.
Negarle autoridad a los modelos climáticos y
decir que son disparates es bastante atrevido y arrogante. Y más viniendo de un
solo científico en el documental.
23.
El clima siempre ha cambiado. Pero a lo largo de
cuantiosos miles de años. Lo relevante es que ahora lo haga en menos de 200
años. Eso es lo que impide la adaptación de muchos seres vivos y lo que ceba
fenómenos como las sequías y los huracanes.
24.
Las nubes son potentes cara al efecto invernadero.
Poro el orden causal es el siguiente: más CO2 -> más temperatura -> más
nubes -> más temperatura.
25.
Lo de echarle la culpa a las supernovas es ya el
“no va más”.
26.
La fuerza radiativa del sol está más que
comprobado que no tiene tanta relación con el aumento de temperaturas que
estamos registrando estos últimos cien años.
27.
No sé cómo alguien puede dudar del aumento de
temperaturas en las últimas décadas cuando es palpable el cambio de
pluviosidad, por ejemplo, en el mediterráneo.
28.
El documental dice que se ha reducido la
frecuencia de los huracanes. Sin embargo, los fenómenos climáticos virulentos
han aumentado, según otras muchas fuentes.
29.
También dice el documental que no ha habido
deshielo en los polos. Otra vez falso. Si que lo ha habido. Y dice que la
barrera coral no ha disminuido. Nuevamente falso.
30.
Critican la financiación climática. Bueno… precisamente las industrias de los
combustibles fósiles estuvieron financiando con cantidades mil millonarias
durante décadas el negacionismo del que presume el documental.
31.
Vuelve a distraer el foco importante. Que hay
tanta financiación para artículos relacionados con el clima no quita que haya
muchos artículos sobre climatología al respecto, realmente relevantes.
32.
Que surjan oportunidades empresariales con el
problema del cambio climático es precisamente necesario para paliarlo. Tenemos
que empezar a funcionar de otra manera. No lo demonicemos y convirtamos en algo
peyorativo el ganar dinero en la lucha contra el cambio climático. Necesitamos
las energías renovables, mayor eficiencia en nuestra tecnología, etc.
33.
El consenso del clima no viene de la industria
afín sino de la comunidad científica.
34.
Hacia el minuto 56 empieza a defender el libre
mercado capitalista. Se empieza a ver el plumero de quién está detrás de esto.
Y sí el consumo de miles de millones de personas tiene un impacto. No se trata
de recortarnos libertades, sin más, sino de ser consumidores más responsables
con el medioambiente que nos rodea. No podemos destruir sin límites bosques y
océanos. ¿Quién puede dudar de esto?
35.
Ahora quiere insinuar que todo esto del cambio
climático es por crear un gobierno mundial, cuando precisamente los ecologistas
defienden el asamblearismo.
36.
Y sí. Necesitamos regular el mercado. Pero el
documental defiende la no regulación, pasando por alto los atentados en
derechos humanos y medioambientales causados por un mercado sin control.
37.
Ahora van de mártires estos científicos
negacionistas. Lo que faltaba.
38.
El consenso es la lógica racional del
conocimiento, aunque habláramos estadísticamente. Normal que esta gente se
encuentre tanto obstáculo. Estamos hablando de un tema muy importante. Está en
juego el clima y la vida de la población humana.
39.
Este documental demoniza al ecologismo. Muy
triste. Y además dice que el cambio climático se utiliza para aumentar el poder
del gobierno, desde una especie de conspiracionismo. Lo primero que critica el
ecologismo son los ecofascismos. No defienden el poder de un gobierno. Y sí… es
necesario cuestionarnos nuestros hábitos de consumo. Tienen un impacto.
Necesitamos madurar y autocontenernos. No vale el todo en nombre de ciertos
lujos. El documental nos quiere hacer ver la protección del medioambiente como
una forma de control. Como huele a ultraderecha este documental.
40.
Lo que está en juego son más los intereses de
los grandes poderes económicos que otra cosa. Estos si que se ven amenazados
por la realidad del cambio climático.
41.
Este documental defiende el capitalismo dejando
de lado la cantidad de recursos que vierte y consume en todo el planeta. Una
verdadera apología al sistema que está destrozando el planeta. Muy triste. Hay
una realidad. No podemos consumir tanto. Necesitamos consumir lo necesario.
Pensemos en la cantidad de ropa y tecnología que queda obsoleta. Este
documental no cuestiona el exceso de ricos que tienen en exceso, fruto de ese
capitalismo.
42.
Falso que quien da el discurso de consumir menos
no lo haga. Conozco muchísima gente coherente al respecto. Yo mismo.
43.
Vuelve a aseverar el documental que los
ecologistas dicen que los más pobres no tienen derecho a los avances. Falso. El
ecologismo moderno prevé el aspecto social. Sigue demonizando a los
ecologistas. Se llama justicia ambiental. A los autores documentales les falta
un poco de estudio en las éticas ecológicas que se explican en la universidad.
44.
Defiende los combustibles fósiles, a los que les
queda cuatro días porque el petróleo está en receso.
45.
En conclusión. Un trabajo audiovisual capcioso,
manipulador y de dudosa moralidad.
HECOENSAYO 55: "PRESENTACIÓN DEL LIBRO "LA MÁQUINA DE CAMBIAR EL MUNDO" EN EL COLEGIO MAYOR RECTOR PESET
Muchas
gracias por acudir a este pequeño acto.
Muchas
gracias por hacer posible esta presentación.
Traigo con
mucha ilusión un pequeño pedazo de mundo. Es un trozo de madera. Son 44 páginas
de papel FSC llenas de color y buenas intenciones.
Son el
resultado de muchos años de trabajo.
Cuando miro
lo que vais a ver en un rato, veo el largo viaje que me trajo hasta aquí, lleno
de personas y experiencias. Y me siento tremendamente agradecido.
Os traigo un
pequeño y espero que gran libro.
¿Por qué de
él?
Estamos en
pleno siglo XXI y si miramos alrededor, comprobamos que hay muchas cosas que no
funcionan. Sin embargo, si seguimos mirando más también encontramos otras
tantas que sí funcionan, pero que no parecen llevar la voz cantante. Están
ocurriendo a la misma vez cosas terribles en el mundo y cosas maravillosas.
Es necesario
hablar de todo eso.
No se liga
hablando sobre las cosas que no funcionan. Hay mucha gente que prefiere matar
al mensajero, en tal caso, y decir cosas como “Ya están los de siempre, los
ecologistas agoreros”.
Pero hoy más
que nunca y después de ver que las predicciones del informe Los límites del
crecimiento del 72 se están haciendo realidad, necesitamos seguir insistiendo.
Estamos al
borde de una crisis energética sin parangón, el cambio climático y la
deforestación avanzan, las desigualdades económicas y pequeños colapsos se dan
por los cinco continentes…
Desde el año
2014 las grandes petroleras están desinvirtiendo porque resulta muy costoso
seguir extrayendo petróleo. Esto nos podría colocar en una posición muy compleja
en menos de un lustro según la propia Agencia Internacional de la Energía.
Antonio Turiel, científico del CSIC, lo contó ante el senado hace un año mucho
mejor que yo. Con petróleos de mala calidad no habrá suficiente gasoil ni
fertilizantes. Con insuficiente gasoil y fertilizantes habrá menos
disponibilidad de materias primas fundamentales y alimentos. Y con tantas
carencias la economía se ralentizará. Nuestra economía es muy dependiente del
consumo de energía y materias primas. El empujón de un capitalismo sin mesura
nos impide ver que podríamos vivir con mucho menos, causando menos daño al
planeta y consumiendo hasta diez veces menos energía sin perder el mismo
bienestar material conocido.
Todavía
dudamos de que el cambio climático sea un efecto de la actividad del ser
humano. Las industrias del carbón y el petróleo se encargaron de diseñar muy
bien el negacionismo hace décadas. Tan bien que hoy en día la mejor manera de
esquivar nuestras responsabilidades es vociferar a los cuatro vientos la duda,
agarrándonos a los muchos científicos que niegan el papel antrópico del ser
humano. Sin embargo, ¿Cuántos de estos científicos han publicado sus resultados
en revistas científicas de alto impacto y en artículos revisados a pares, como
si publican los que nos advierten del cambio climático? No nos podemos andar
con tibiezas. En cualquier momento fenómenos como los tipping point podrían
acelerar este gran desajuste a nivel global, como bien nos explica Ferrán Puig.
¿Qué pasaría si se derritiese todo el permafrost del norte del mundo y se liberase
el metano que yace bajo él? Un gas de efecto invernadero una veintena de veces
más virulento que el dióxido de carbono. Nos hemos acostumbrado a pensar que el
cambio climático se limita al aumento del nivel del mar y mientras veamos que
no aumenta mucho parece que no pasa nada. Pero… ¿Cuántas personas se han parado
a pensar que lo peor puede pasar por la disminución del rendimiento de las
cosechas o la falta de caudal en ríos que dan de beber a miles de millones de
personas? Por no hablar de los fenómenos climáticos extremos y virulentos.
Cuando vemos
arder la Amazonía… ¿Pensamos en el gran sumidero de dióxido de carbono a nivel
planetario que estamos perdiendo o de la importancia de la existencia de dicha
selva para el mantenimiento de las propias precipitaciones? Y es más… ¿Somos lo
suficientemente valientes para rastrear nuestra relación personal con todo lo
que ocurre allí? ¿Cuántas personas saben que se deforesta para plantar soja que
a su vez se comen los animales que a su vez nos comemos en Europa, totalmente
ajenos a dicha cadena de sucesos? Nuestra época nos exige pensar las
interdependencias y ecodependencias.
Las guerras
por los recursos son el primer y gran motivo de desencadenarlas. ¿Podríamos
vivir consumiendo menos recursos o produciéndolos de otra manera?
Términos como
Economía del Bien Común, Economía social y solidaria o Comercio Justo hacen
referencia a modos más humanos y equitativos de enfocar la economía. Porque es
posible vivir en un libre mercado, pero inyectado de más humanidad y valores.
Porque es posible dejar de crecer infinitamente y a la vez repartir beneficios
para todos y no solo unos pocos. Porque es posible hacer economía de otra
manera.
¿Qué nos
falta aprender, entonces?
¿Cuál es la
solución?
Pregunta
ambiciosa y atrevida.
Pero a lo
mejor no hay una solución porque la respuesta se ecualiza en plural.
¿Las muchas
soluciones?
Esas
soluciones que encarnáis vosotros los colectivos y vosotros los individuos.
Esas soluciones que ya existen.
Este libro suma
soluciones. Suma acciones. Suma fuerzas.
Encarnadas
por todas y todos y no por unos pocos e inexistentes superhéroes.
Hablamos de diversidad
social. Como reflejo de la misma
biodiversidad natural que queremos para la naturaleza.
Hablamos de
lo que podemos hacer individualmente y de lo que podemos hacer colectivamente.
Este libro es
un canto al mundo ecosocial que necesitamos. Y es canto porque se recrea
mayormente en lo positivo, en el avance, en las soluciones frente a las
amenazas del mundo. Buckminster Fuller decía: “No intentes cambiar un sistema.
Construye uno nuevo que haga que el anterior se quede obsoleto”.
Un niño
pequeño podrá recrearse en los detalles, un niño mayor curiosear, un
adolescente disfrutar de un cómic, una madre o padre podrían inventarse
historias sobre cada página y guiar a los más pequeños en un viaje lleno de
esperanza, un adulto podría disfrutar del libro como una pequeña obra de arte,
como un libro regalo y comprobar que ya existen suficientes iniciativas
ecosociales para creer que otro mundo es posible, un profesor podría extraer contenidos
y trabajarlos en clase... Es un libro para todas y todos.
Originalmente
expuesto desde lo visual, en aras de universalizar sus contenidos a todas las
edades, utiliza un lenguaje que pueda ser entendido por un máximo número de
personas. De ahí que combine un tono infantil con un tono a la vez adulto y el
formato lingüístico escogido sea la imagen con el apoyo de palabras. Es un
libro ilustrado.
Estamos ante
una colección de escenarios, circunstancias y personajes. Es eminentemente un
libro donde las verdaderas historias las va a vivir el lector. Es un libro
escenario, un compendio de diferentes espacios expuestos desde la teatralidad
de la infografía. Cada doble página es una amalgama visual apoteósica, un estallido
de colores y formas que tratan de hacer vivir al lector su paso por el libro
con un lenguaje casi mágico. La verdad de los contenidos es expuesta desde la creatividad
de la imagen libre y evocadora.
Este libro no
inventa, no elucubra, pone voz a lo que ya existe. Y lo cuenta con candor, de
manera refinada y con toques de humor y diversión. Cada doble página es un juego.
Es un libro que quiere trabajar desde muchas dimensiones. Y ello incluye la
gamificación, la educación desde el juego. Y como formato de libro artístico
ilustrado ocupa un número de páginas modesto y ajustado. Su peso intelectual no
se mide por el número de páginas sino por la capacidad de síntesis de conceptos.
Como decía, simplifica lo complejo. Sintetiza y resume, para acercarnos a la
globalidad de manera casi instantánea.
Los retos
sociales y medioambientales de este siglo implican un conocimiento ambicioso de
la complejidad ante la que nos enfrentamos.
Es un libro
ambicioso porque no solo une medioambiente con economía social, sino que
introduce y culmina dichos temas desde los valores y la psicología. Todo
empieza y termina en nuestros pensamientos. Acaso podría ser de otra forma. Por
esa razón en la historia que cuenta se da la mano lo material de ahí fuera con
lo inmaterial de aquí dentro. Todo está unido de manera holística.
La máquina de
cambiar el mundo es una enciclopedia visual sobre ecología, economía solidaria,
valores y buenos pensamientos para mejorar el mundo en el que vivimos.
Cuenta la economía
solidaria poniendo ejemplos vivos y al final de sus páginas reivindica el como
podríamos distribuir los diferentes tipos de economías entre lo que puede
competer más a lo público y más a lo privado, haciendo un guiño al
ecosocialimsmo de Riechmann.
Cuenta la
ecología, desde el mundo antrópico del ser humano, explicando esa fina frontera
donde se encuentran las personas y la naturaleza. O sea, como podemos comportarnos
para que nuestras acciones sean respetuosas con el medioambiente. Se centra más
en la ética ecológica que en la descripción biológica de la ecología, más
trabajada en otro tipo de obras de interpretación del patrimonio natural.
Y como ya
había adelantado, nos coloca frente a nosotros, para comprobar que pensamientos
nos sirven y cuales no para hacer no solo posible la parte material ecosocial
del mundo sino la parte de nuestro bienestar interno.
De manera
especial y específica trabaja muchos de los 17 Objetivos de Desarrollo
Sostenible de la Agenda 2030 y otros muchos de manera transversal. Es por ello
una obra que trabaja las tres patas del desarrollo sostenible como fuera
definido por las Naciones Unidas, poniendo en valor lo ecológico, lo social y
lo económico.
Si tuviera
que usar tres palabras poderosas, una manera de definir la historia que cuenta
el libro hablaría de decrecimiento, como no se cansa de repetir nuestro querido
Julio García Camarero, felicitante, como diría Adela Cortina, y virtuoso, como
diría el economista Álvaro Porro.
Este libro
trata de volver sencillo lo complejo. De hacer honor a la máxima piensa global,
actúa local. Un compendio de buenas acciones ecosociales como respuesta al
inminente decrecimiento hacia el que vamos abocados por la carestía de muchas
cosas.
Estamos ante
las puertas de dos mundos muy diferentes. Uno caótico y doloroso. Y otro
sencillo, democrático, frugal, auto-contenido, amigo de la naturaleza y
profundamente humano. Donde lo suficiente es mejor como diría Epicuro. Donde sí
o sí tendremos que reducir nuestro consumo, tan dilapidador como fue durante el
último siglo y medio. Las cosas buenas no hacen tanto ruido, simplemente pasan
tranquilas, pacíficas, en silencio. Como el caracol que representa al
decrecimiento.
¿Qué forma
tomaría el mundo si pusiéramos a trabajar todo lo mejor ya logrado? Si
bajáramos el ritmo y nos mirásemos más.
No os
adelantaré más del contenido, pero estoy seguro que confirmaréis lo que ya
sabéis y os sorprenderéis ante lo no tan conocido.
Espero que os
guste y lo compartáis todo lo posible. Es un libro para compartir.
Y ahora os
invito a echarle un vistazo, mientras os acompaño con el mismo cariño y arte
que se dio a luz al libro. Nos vemos en un rato, me hacéis las preguntas que
queráis y abrimos paso al debate.
HECOENSAYO 56: DECONSTRUCCIÓN. Microrrelatos alternativos
Empresarios, técnicos, amas de casa, jóvenes, ciudadanos, personas de a pié. Todas pensando al unísono y co-creando mundo todos los días.
¿Quién piensa de una u otra manera?
¿Y qué tipo de mundo construyen unos u otros pensamientos?
Pasar de unos a otros supone "deconstruir" nuestras estructuras mentales y nuestros hábitos diarios. Atreverse a decirse ¿Y si? ¿Podría ser? ¿Cómo funciona eso? ¿Podría ser el mundo de otra manera? ¿Qué pasará después de tomar esta decisión? ¿Cómo se relaciona este acto con el resto del planeta? ¿Tiene alguna conexión?
Pensamiento 1A: Mañana
voy a comprarme cositas y ropita chula en la calle más pija de la ciudad.
Pensamiento 1B: Me he
enterado de cómo trabajan las mujeres 16 horas diarias en países lejanos en
condiciones infrahumanas. ¡No pueden ni ir al aseo cada vez que quieren! Y les
pagan una miseria. La semana que viene me recorreré varias tiendas de proyectos
de reinserción social a ver si consigo ropa artesanal. Hay personas en mi país
que disfrutan confeccionando este tipo de ropa. Incluso una que llaman de
comercio justo.
Pensamiento 2A: Me
gustaría comprarme un coche nuevo que esté guay. Ya me he cansado del anterior.
Uno de esos más confortables y grandes.
Pensamiento 2B: El
cambio climático debido a la contaminación de la quema de combustibles es
alarmante. A ver... Si agarro el bus número 10 me dejará en la plaza… Bueno.
También podría ir en bicicleta. Y además tonifico el cuerpo y ahorro pasta.
Pensamiento 3A:
Mmmmmh. ¿Qué escojo? ¿El pollo empanado o las lonchas de jamón? Así cocinaré y
comeré pronto.
Pensamiento 3B: Un
amigo que trabaja en una granja industrial me ha dicho que los cerdos y pollos
se pasan la vida inmovilizados y hacinados y son sacrificados en muy poco
tiempo. Dice que el escenario es dantesco. Voy a probar a comer menos carne. Si
combino el arroz integral con la lenteja, la zanahoria y el limón y además son
ecológicos, mi cuerpo, el medioambiente y los animales me lo van a agradecer.
Qué rico.
Pensamiento 4A: Jo!
Que cara de mala leche tiene el de la tienda. Siempre tan antipático. Cuánto
antes pague y salga, mejor.
Pensamiento 4B:
Pobrecito. ¿Qué le pasará al del mostrador? Me he enterado que lo está pasando
mal económicamente, que desde que abrieron el centro comercial dos calles más
allá apenas llega a final de mes. Ahora le sonrío y le deseo que pase un buen
día. Y desde luego haré por comprarle a él todas las semanas.
Pensamiento 5A: ¡Qué
guarra es la gente! Toda la playa llena de botellas. Pues yo no me voy a
guardar mi lata. No voy a ser el único tonto. ¡Ahí va!
Pensamiento 5B: Todo
lleno de basura. A mí a veces me pasa que me despisto. Voy a recoger algunos
plásticos, aunque no sean míos y los llevaré al contenedor correspondiente.
Dicen que en España se están reciclando metales, vidrio y papel de manera muy
exitosa. Me siento tan bien aportando generosamente al bien común.
Pensamiento 6A: A ver.
Este banco me regala un juego de sartenes y los intereses que me rinden este
fondo de inversión son muy buenos. Además sale en la tele.
Pensamiento 6B: ¡Vaya!
¿Un banco que sólo invierte en proyectos sociales, medioambientales y
culturales y que no trata con empresas de armamento y explotadoras? Me abriré
una cuenta.
Pensamiento 7A: Toda
la vida aguantando a un jefe despiadado. Pues ahora que me han dado mejor
puesto, ahora me toca a mí. Se van a enterar esos novatos.
Pensamiento 7B: Me
acaban de ascender. ¡Qué gran oportunidad de no hacer pasar a mis trabajadores
por lo que yo pasé! Es tan fácil trabajar felizmente y sin estrés. Es sólo
cuestión de voluntad.
Pensamiento 8A: Ya
estamos otra vez con este dolor. Qué me den todas las pastillas necesarias esos
médicos. Para eso están y les pago. Yo fumo, me paso el día viento la tele y
como lo que me apetece. A ver si ahora no voy a poder hacer lo que me dé la
gana.
Pensamiento 8B:
Mmmmmh. Me está doliendo. Vamos a investigar qué no estoy haciendo bien. Voy a
preguntar al médico naturópata si existiría algún tipo de ayuno bueno para este
problema y qué alimentos serían los más recomendables. A partir de ahora me
responsabilizaré yo también de mi salud en vez de delegar exclusiva y
perezosamente en los demás.
Pensamiento 9A:
Estamos a punto de descubrir en el laboratorio una planta que va dar mayor
rendimiento, a tolerar mejor tal pesticida y que aporta un complemento de
vitamina. ¡Cuánto van a ganar nuestros accionistas!
Pensamiento 9B: Podría
enterarme de cómo funcionan esas técnicas agrícolas y como se guardan las
semillas. Si apoyara a esa comunidad rural podrían salir adelante y garantizar
un mejor futuro para sus hijos.
Pensamiento 10A: Si
meto el ratón aquí y le aplico este producto… Vamos a comprobar las reacciones
y el tiempo. Lo apunto en el ordenador y lo vuelvo a meter en la jaula.
Pensamiento 10B: Que
animal más bonito. Mira como mueve los bigotes. Fíjate, Fíjate. Ahora está
bostezando. ¡Andá! Ahora se ha metido detrás de aquel matorral.
Pensamiento 11A: Si.
No hay problema. Ya tenemos la expropiación ejecutada. No. Esos ecologistas nos
los quitaremos de encima. Siempre buscando bronca. Dentro de un año tendremos
un conjunto de apartamentos de lujo sobre esta montaña. Vamos a ganar mucho con
ésto.
Pensamiento 11B: ¿Has
visto? Es preciosa la vista. Mira esos árboles y allá como las gaviotas bajan a
comer. Podríamos delimitar el camino de tierra hasta aquí y proteger las dunas
allí. Podrían disfrutar de la bahía muchas personas. Habría que hacer un plan
de actuación.
Pensamiento 12A: Qué
televisión más chulaaaaa. Yo quiero una de esas en 3D, así de grande, para poder
ver lo más espectacularmente el peliculón de esta noche.
Pensamiento 12B: No me
mola nada las condiciones de esclavitud que viven muchos niños en el sur para
extraer los minerales con los que se fabrican nuestros electrodomésticos ni
como se contaminan los ríos en los yacimientos minerales. Estoy viendo en
internet las muchas tiendas de segunda mano que le dan una segunda vida a
objetos que se iban a tirar. También podría arreglar la televisión que ya
tengo.
Pensamiento 13A: Con esto que cuentan por tantos medios de que la disponibilidad
de petróleo va a ser insuficiente para alimentar nuestra civilización en pocos
años, me estoy planteando hacerme un búnker y llenarlo de alimentos en
conserva.
Pensamiento 13B: Si vamos a disponer de menos energía y recursos… ¿Qué pasaría si nos buscáramos entre unas cuantas personas una parcela en el campo y montáramos un proyecto de agroecología? (Para construir la alternativa y para dar ejemplo).